Oposición vuelve al poder tras elecciones en Trinidad y Tobago

Los electores de Trinidad y Tobago devolvieron el poder a la oposición reunida bajo Keith Rowley, quitando la posibilidad de un nuevo período a la coalición de la primera ministra Kamla Persad-Bissessar. AFP

La primera ministra, del partido Congreso Nacional Unido (UNC, por su sigla en inglés), batalló tanto contra la coalición de Rowley como contra un partido primerizo lanzado por el jerarca del fútbol local caído en desgracia en la FIFA, Jack Warner.

Pero el auténtico rival de Persad-Bissessar era el vulcanólogo Rowley, cuyo Movimiento Nacional Popular (PNM) ha gobernado las islas más que ningún otro desde la independencia de Gran Bretaña en 1964.

“Estos no son tiempos de promesas. Se vienen tiempos difíciles. Tenemos un pueblo fuerte, particularmente una gran cantidad de jóvenes que esperan un futuro en nuestro país”, dijo el primer ministro electo, de 65 años, ante centenares de seguidores, que coreaban “Rowley, Rowley, Rowley”.

Antes de su discurso de la victoria, Rowley dijo a la prensa que el resultado de la votación era “el comienzo de una nueva era” y que su partido se había preparado para el gobierno.

“Confiamos en que el país fue colocado en buenas manos”, subrayó.

El PNM obtuvo 23 de las 41 bancas disputadas por 143 candidatos en un comicio en el que estaban convocados 1,1 millón de electores.

Persad-Bissessar, una abogada de 63 años, no felicitó a Rowley en un discurso brindado en su oficina electoral de Siparia, y no en la sede del UNC, donde centenares de seguidores se reunieron anticipadamente a la espera de lo que a la postre fue una sombría aceptación de la derrota.

“Debemos respetar los deseos del pueblo. El pueblo ha escogido y yo respeto sus deseos. Por supuesto que estoy decepcionada, pero debemos respetar el proceso democrático”, dijo.

“No tengo arrepentimientos de cómo he gobernado al país. Ninguno. Si tuviera la oportunidad lo volvería a hacer (de la misma manera). Estoy en paz conmigo misma porque hice lo mejor que pude, aunque para algunos no fue suficiente. No lo lamento”, señaló.

Persad-Bissessar también se enfrentó al Partido Liberal Independiente (ILP) lanzado por su otrora aliado Jack Warner, un poderoso y rico legislador con una larga carrera como directivo del fútbol que ahora lucha contra su extradición a Estados Unidos por los escándalos de corrupción de la FIFA.