Los secesionistas catalanes buscan respaldo electoral en su desafío independentista

Los partidos independentistas se disponen a ganar el domingo las elecciones al Parlamento de Cataluña según las encuestas, situando a la región camino de una declaración unilateral de independencia que el Gobierno español califica de imposible.

Los sondeos indican que la principal plataforma secesionista «Junts Pel Si» y el partido de izquierdas CUP probablemente no lleguen a obtener un 50 por ciento de los votos pero sí lograrían una mayoría de escaños en el Parlamento de 135 representantes.

Ambas formaciones han afirmado que dicho resultado les permitiría declarar la independencia de forma unilateral en un plazo de 18 meses.

El Gobierno español de centroderecha, encabezado por el presidente Mariano Rajoy, que se opone a cualquier intento de celebrar un referéndum sobre la secesión, ha calificado el plan independentista de «sinsentido» y se ha comprometido a bloquearlo en los tribunales.

En Barcelona, donde están inscritas tres cuartas partes de los 5,5 millones de catalanes llamados a las urnas, el ambiente era relajado tras una tensa campaña política.

El Gobierno de la Generalitat catalana ha indicado que prevé un aumento significativo de la participación respecto a los comicios de 2012, después de que el voto por correo se incrementara un 56 por ciento. Los encuestadores han indicado que una participación excepcionalmente alta podría reflejar un resultado sorpresa.

Montse Casamitjana, una profesora de Barcelona dijo que las elecciones eran el momento de la verdad para Cataluña.

«Queremos decidir y queremos sentir que se nos escucha» dijo tras depositar su voto en el barrio de Pedralbes.

Dependiendo de quién forme gobierno en Madrid, también podría estar sobre la mesa una reforma de la Constitución que reconozca a Cataluña como una nación dentro del Estado español.

Dado que los secesionistas dicen que la independencia es la única solución y que en la nueva era de fragmentación política es poco probable que el próximo gobierno español disfrute de la mayoría fuerte y estable necesaria para la reforma constitucional, esas negociaciones podrían ser complicadas.

Pero la mayoría de analistas y políticos dicen que están dispuestos a ceder mucho para aplacar el descontento catalán.

«Sólo cuando se adopte un acuerdo final y sea sometido a votación se encontrará algún tipo de solución al problema», dijo el analista de Teneo Intelligence Antonio Barroso en una nota esta semana.

«Incluso si los partidos secesionistas consiguen mantenerse unidos -que es mucho suponer – y continúan presionando a favor de la independencia, cualquier concesión de Madrid probablemente ayudará a bloquear el impulso del movimiento», escribió.

Los mercados financieros también estarán atentos al resultado de la votación. Aunque pocos inversores creen probable la independencia a corto plazo, la distancia entre la rentabilidad de los bonos español y catalán a cinco años ha subido a casi su punto más alto en casi dos años.

Los bancos españoles, incluyendo algunos con sede en Barcelona, han advertido que la secesión podría provocar problemas financieros, mientras que el Banco de España ha dicho que Cataluña podría correr el riesgo de salir del euro.

REUTERS