Gino Villegas, de 45 años, un agente de seguridad del Ministerio de la Mujer, disparó tres veces contra su expareja Ingrid Arizaga.
Ella tenía 38 años. Todo ocurrió en un mercado de la ciudad de Callao, a pocos kilómetros de la ciudad de Lima. Con este hecho, cinco feminicidios ocurrieron en Perú en los primeros días del año.
Se trata de na tendencia al alza que el país latinoamericano heredó del año pasado, publicó El País, de España.
En 2018 se registraron 147 asesinatos de mujeres, 21% más respecto al año anterior. Este crecimiento fue el más alto de los últimos nueve años.
El día del crimen, Villegas robó el arma de un compañero de trabajo y se dirigió al negocio donde trabajaba su exmujer para exigirle las ganancias.
Minutos después del asesinato, un vídeo de seguridad registró al sujeto que salía del lugar apuntando con el arma.
Dos cuidadores de autos y un policía que se encontraban en el mercado lograron detener y arrestar al atacante. El homicida de Ingrid es el padre de sus cuatro hijos.
Desde la primera movilización nacional “Ni una menos”, realizada en agosto de 2016 en Perú, el Gobierno dictó medidas. Creó las fiscalías especializadas en delitos de género. Las autoridades endurecieron las penas para combatir la violencia de género.
Asimismo, la representante de la Defensoría del Pueblo, Diana Portal, afirmó que ahora existe una mayor conciencia de las propias mujeres.
Por otro lado, la Defensoría del Pueblo informó que en 2018, debido a los feminicidios, 140 niños y adolescentes quedaron o huérfanos. Nueve menores murieron junto con sus madres.
Igualmente, el organismo de estadísticas de Perú determinó que 39% de los peruanos consideró que la mujer debe ser castigada.
La encuesta indicó que los peruanos consideran que los castigos se deben aplicar si le es infiel a la pareja. Informó que otro 27% opina que merece un castigo si le falta el respeto al esposo.