Los desaires de Trump a May y al Reino Unido desde que llegó al poder

Melania Trump, Donald Trump y Theresa May, este jueves en la cena de gala.

Cuando la primera ministra británica Theresa May se convirtió en enero de 2017 en la primera líder internacional en visitar a Donald Trump en la Casa Blanca, parecía que la amistad histórica entre las dos naciones iba a mantenerse inalterada.

AFP

Sin embargo, los desaires de Trump se han sucedido desde entonces, el último con la difusión en el diario The Sun de este jueves de una entrevista llena de dardos contra la primera ministra, con el agravante de que el presidente estadounidense se encuentra de visita oficial al Reino Unido.

Esta es la lista de ofensas, empezando por la más reciente.

– Boris sería un «gran primer ministro» –

En una entrevista al diario The Sun del 13 de julio de 2018, que empezó a difundirse cuando May presidía una cena de gala en honor a Trump en la casa natal de Winston Churchill, el presidente dijo que su rival Boris Johnson sería «un gran primer ministro», que los planes de May de mantener vínculos con la Unión Europea tras el Brexit imposibilitan un acuerdo comercial con Estados Unidos y que le aconsejó que negociara con Bruselas de un modo y ella hizo lo contrario.

Además, acusó al alcalde de Londres, Sadiq Khan, de haber hecho un trabajo «terrible» contra el terrorismo.

– Londres, «zona de guerra» –

En mayo de 2018, Trump afirmó, en una convención de la Asociación Nacional del Rifle, que un hospital de Londres que «en otros tiempos fue muy prestigioso» era ahora como el hospital de «una zona de guerra» por los acuchillamientos en capital.

«Sí, es verdad, no tienen pistolas, tienen cuchillos, y hay sangre por todo el suelo de este hospital. Dicen que está tan mal como el hospital de una zona de guerra», explicó, haciendo gestos de esgrimir un cuchillo.

Los crímenes con arma blanca crecieron un 23% en Londres el año pasado.

– La embajada –

En enero de 2018, Trump declaró que no iba a inaugurar la nueva embajada estadounidense en Londres porque su ubicación era mala y responde a «un mal acuerdo».

«No me entusiasma que la administración Obama vendiera la mejor embajada y la más bien ubicada por nada», escribió.

– Retuitea a la extrema derecha –

En noviembre de 2017, Trump retuiteó mensajes de Jayda Fransen, una dirigente del grupo de ultraderecha Britain First, con videos supuestamente de actos violentos cometidos por musulmanes, lo que en al menos uno de los casos era falso.

May dijo que Trump cometió un «error», y este le respondió destemplado: «No te concentres en mí, concéntrate en el destructivo terrorismo radical islámico que ocurre en el Reino Unido».

– «¡Hay que ser proactivo!» –

En setiembre de 2017, tras otro atentado, el presidente dijo que los autores «estaban vigilados por Scotland Yard», y aconsejó: «¡Hay que ser proactivo!».

La policía no había revelado todavía nada sobre los autores, y May respondió a Trump que sus especulaciones «no ayudan».

– «No somos escolares» –

Tras varios rifirrafes, Trump la emprendió en junio de 2017 contra el alcalde de Londres, Sadiq Khan, poco después de un atentado en la capital británica.

«¡Al menos 7 muertos y 48 heridos en un atentado terrorista en Londres y el alcalde de Londres dice que ‘no hay motivo para la alarma’!».

«No somos escolares», le responde Khan, invitándolo a meterse en sus asuntos.

– La prohibición de musulmanes –

En la visita de enero de 2017, May y Trump paseaban de la mano por la Casa Blanca, mostrando gran sintonía, pero la alegría duró poco porque el presidente estadounidense prohibió la entrada a los ciudadanos de siete países musulmanes, afectando a muchos de ellos que tienen también el pasaporte británico.

May dijo que «discrepa» de la prohibición, y varios diputados le pidieron que retirase la invitación que le cursó para visitar el país.

– El puesto no está vacante –

En noviembre de 2016, el recién elegido presidente sorprende a May cuando escribe en Twitter que Nigel Farage, exlíder del UKIP y uno de los rostros del Brexit, «haría un gran trabajo» como embajador en Estados Unidos.

Downing Street responde que el puesto «no está vacante».