La crisis que viven los venezolanos ha hecho que al menos 40 mil personas emigren a otros países en busca de una mejor calidad de vida, llevándose todos sus sueños en una maleta, mientras superan varios obstáculos que le coloque el camino.
Entre los destinos más pedido por los venezolanos se encuentra Chile, lugar donde los emigrantes no pueden ejercer su profesión, tales como: periodistas, ingenieros, abogados, enfermeros o docentes y tienen que trabajar como vendedores o peluqueros para poder mandarle “algo de dinero” a sus familiares y mantenerse en el país.
Un canal chileno publicó varias anécdotas que reflejan como lo venezolanos se deprendieron de sus profesiones para trabajar, como ellos mismos lo han dicho, “de lo que sea”, con tal de no vivir como lo hacían en su país de origen.
Entre las historia se destaca la de Rogelio (dentista) y Lorena (nutricionista), una pareja que lleva varios meses en Chile. “Cuando llegues aquí te tienes que quitar el chip de que vas a trabajar en tu profesión”, dijo Lorena quien labora como cajera en un supermercado y su pareja como vendedor en una tienda.
Los venezolanos tienen que revalidar sus títulos para ser contratados en alguna empresa, trámite que se hace por la universidad de Chile. Debido a que se tarda el proceso, ellos decidieron comenzar desde cero y trabajar “en cualquier cosa“.
“El venezolano siempre tiene disposición de trabajar en lo que sea”, concluyó Lorena.
Con un sueldo de 360 mil pesos al mes, la pareja puede vivir cómodamente en el país. Pues en Venezuela, tenían tres trabajos y en comparación con la moneda chilena equivale a 21 mil pesos, dinero que no les alcanzaba para mantenerse.
VAD