Las razones por las que los chinos “rematan” a los peatones atropellados

Sale más económico acabar con la vida de la víctima que pagar de por vida el tratamiento.

Acto salvaje y sin piedad, los conductores chinos que atropellan por accidente a un peatón no se detienen para ayudar a su víctima, lo peor es que tampoco huyen, solo se aseguran de que el atropellado que bien muerto.

Según la publicación de El Confidencial, la razón, se trata de una consecuencia perversa de la ley de dichos países, por la cual resulta más barato económica y penalmente, acabar con la vida de un atropellado que dejarlo con vida.

Un tema que ya se sabía, pero que ha vuelto a estar en boca de todos después de que un artículo publicado en Slate retratase con detalle lo que ocurre. Ya lo explicó el conductor capaz de cambiar de marcha para acabar con la vida de un niño: lo hacía para ahorrarse gastos.

Si la víctima muere, es mucho más sencillo para el culpable salir victorioso en un juicio en su contra, incluso en el caso de que haya testigos.

¿Qué clase de gastos? Como explica Geoffrey Sant en su reportaje, el dinero que ha de pagar alguien que ha cometido un atropello con víctima mortal es relativamente bajo en comparación con el que ha de pagarse en caso de que sobreviva, y que equivale a sus cuidados médicos durante el resto de su vida. Entre 30.000 y 50.000 dólares (de 26.878 euros a 44.797) es el coste de un muerto; el de un vivo puede alcanzar los cientos de miles de dólares, como ocurrió con un hombre atropellado que recibió 400.000 dólares (358.000 euros) a lo largo de 23 años.

ANTE LA CORRUPCIÓN

Hoy en día, la corrupción hace que sea relativamente sencillo sobornar a la policía o contratar a un buen abogado, en caso de un juicio por muerte, es lo que ocurrió en Sichuan, donde un niño de dos años fue golpeado por un camión. Al niño no le había pasado nada y de hecho llegó a levantarse, pero fue aplastado bajo las ruedas del camión cuando este dio marcha atrás. Los policías afirmaron que el conductor no había pasado sobre el niño y que tampoco había dado marcha atrás, a pesar de los testimonios de los testigos y las grabaciones de vídeo.

Este caso desvela otro problema de este inhumano método de ahorrarse un mantenimiento vitalicio: en muchos casos, lo que simplemente habría sido un susto termina por convertirse en toda una tragedia, al aplicarse la máxima del hit and kill (atropella y mata) como si de un acto reflejo se tratase.

Las historias son escalofriantes. En una de ellas, un hombre llamado Yao Jiaxin atropelló a una ciclista y volvió para rematarla con un cuchillo: en dicho caso, el culpable sí fue detenido y ejecutado.

Este mismo año, la conductora de un BMW pasó por encima de la cabeza de un niño y volvió a hacerlo dos veces más antes de bajarse y asegurar a la familia del bebé que si decían que su marido había sido el autor del homicidio les pagarían.

Ante estos macabros sucesos las leyes hayan sido revisadas en China, la legislatura ha abogado por considerar dichos casos como asesinatos, y en Taiwán, la ley ahora acepta las denuncias civiles en representación de otras personas, incluso de aquellas muertas.

 El Confidencial