La inmigración pasa nuevamente a primer plano en las preocupaciones de la Unión Europea

El fenómeno de la inmigración nunca se ha ido del escenario, pero vuelve a ocupar el primer plano entre las preocupaciones de las autoridades europeas ante la incapacidad de los países de la Unión Europea (UE) para gestionar ese drama humano, reseña EFE.

El presidente de la Comisión Europea (CE), Jean Claude Juncker, mantuvo esta semana una reunión con el primer ministro italiano, Paolo Gentiloni, para abordar en profundidad el fenómeno migratorio, según explicó el mismo hoy en la rueda de prensa final de los actos de inauguración de la presidencia rotatoria estonia de la UE.

Juncker anunció nuevas medidas en el ámbito de la inmigración que Bruselas especificará la semana próxima.

Cada vez se tiene más conciencia entre los países de la UE, incluso los del norte, de que Italia y Grecia no pueden soportar la presión migratoria en sus fronteras.

“Nadie puede mirar hacia otro lado cuando comienzan a arribar a las costas del sur de Europa embarcaciones cargadas de inmigrantes y no se puede pretender que sean los países de primera línea los que soporten toda la presión”, tal como también puso de manifiesto hoy el primer ministro estonio, Juri Ratas.

Estonia, que a partir de mañana y en los próximos seis meses presidirá la Unión Europea, cree que Europa debe reforzar su cooperación con África y con Turquía para mejorar la gestión de la inmigración, asunto que será una de las prioridades de su presidencia, dijo Ratas.

Indicó que además su país tiene por objetivo trabajar en una economía “abierta e innovadora”, en la seguridad, en el área digital y en una UE “inclusiva”.

El presidente de la CE señaló por su parte que la gestión de la inmigración es un asunto “urgente” y apeló a los Estados miembros a no “dejar solos” a Italia y Grecia en ese ámbito.

De inmigración, y en particular de las dificultades en Italia por los flujos que llegan a través del Mediterráneo central, se hablará en la reunión informal de ministros de Justicia e Interior que se celebrará el 6 y 7 de julio en Tallin, explicó Ratas.

Insistió en ese contexto en la necesidad de encontrar “soluciones” para responder a la “presión” que afrontan sobre todo Italia y Grecia y de trabajar en la definición de “solidaridad”, en relación con el reglamento que regula el régimen de asilo común.

Apartado clave es la protección de las fronteras externas y el refuerzo de la cooperación con los países africanos de origen y tránsito y con Turquía, en el marco del acuerdo existente entre ese país y la UE.

Juncker hizo hincapié en que en la UE “no se ha hecho todo lo que se tendría que hacer”, aunque no es verdad que no se haya hecho nada, y urgió a los Estados miembros a seguir trabajando.

También dijo que espera que Estonia logre dar un empujón a la estacada reforma del régimen de asilo común.

El primer ministro estonio incidió en que su país cree en una Europa “competitiva, segura, inclusiva y sostenible” y que espera lograr “resultados tangibles para todos los europeos”.

Entre los grandes desafíos de cara al próximo semestre, Ratas mencionó la inmigración, las negociaciones del “brexit” o salida del Reino Unido de la UE (que no acapararán toda la atención, según opinó) y el mercado único digital.

Estonia busca impulsar tanto el comercio como los servicios digitales transfronterizos y crear una Europa “digital unificada”, al mismo tiempo que se garantiza el equilibrio entre el libre flujo de información y la seguridad de los datos.

Ratas dijo que Estonia quiere que “la libertad de movimiento de los datos se reconozca como quinta libertad de la UE”, junto con la libre circulación de personas, bienes, servicios y ciudadanos.

Juncker opinó por su parte que la UE estará “en buenas manos” en los próximos seis meses y aseguró que “las presidencias de los países pequeños son las que tienen más éxitos”.

En el ámbito de lo digital, donde Estonia es uno de los países a la cabeza en la UE, Juncker dijo que los Veintiocho cuentan con “el liderazgo y experiencia” estonios. EFE