Hija de “El Chapo” tiene derechos para usar el seudónimo de su padre como marca

Alejandrina Gisselle Guzmán Salazar, hija del narcotraficante Joaquín “el Chapo” Guzmán, tiene derechos de propiedad intelectual del seudónimo de su padre hasta 2020, de acuerdo con el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) y la Global Brand Database. EFE

La hija del líder del cártel de Sinaloa puede hacer uso del nombre “El Chapo” en cinco clases de acuerdo con la Clasificación Internacional de Productos y Servicios para el registro de las marcas.

Alejandrina Guzmán puede usufructuar en las ramas de publicidad (clase 35); seguros, operaciones monetarias, negocios inmobiliarios (clase 36); joyería, metales preciosos (clase 14); cuero y cuero de imitación, pieles de animales (clase 18), y juguetería (clase 28).

Las solicitudes del registro comenzaron en 2010 ante el IMPI, originalmente con otras dos marcas, “El Chapo Guzmán” y “Joaquín El Chapo Guzmán”, las cuales fueron rechazadas por la Dirección Divisional de Marcas del IMPI debido a que estos nombres hacen referencia al narcotraficante, de acuerdo con el artículo cuarto de la Ley de la Protección Industrial.

De manera paralela, la madre de Alejandrina Guzmán y primera esposa del capo, María Alejandrina Salazar Hernández, intentó registrar las marcas “El Chapito Guzmán”, “El Chapito” y “Don Chapo Guzmán”, agregando la clase 33 que se refiere a bebidas alcohólicas.

La negativa del IMPI explica que “el nombre resulta contrario a la moral y a las buenas costumbres y el orden público”, en virtud de que según la información que despliega la página oficial de la Procuraduría General de la República (PGR, fiscalía) “dicho signo reproduce el alias o sobrenombre de una persona que es buscada por la autoridad antes mencionada por la comisión de diversos delitos”.

Aunque el apoderado legal de Alejandrina Guzmán y de María Alejandrina Salazar, Jose Antonio Magaña Jiménez, alega que los nombres tienen significados diferentes y que los usos destinados de la marca no tiene vínculo alguno con el narcotraficante, el IMPI apunta que pese al uso común de los nombres, la combinación de ellos (Joaquín, Chapo y Guzmán) “desprende la idea de una persona en particular”, la del narcotraficante.

En el registro se encuentra también Emma Coronel Aispuro, señalada como esposa del capo, de quien recibió sus facultades jurídicas a fines de octubre de 2014, quien intentó registrar el nombre de “Joaquín Archivaldo Guzmán Loera ElChapo Guzmán” como marca para usos similares, también sin éxito por las mismas razones.

En el registro internacional aparecen dos personas más que no tiene vínculo familiar con el capo.

Se trata de María de los Ángeles Moreno Rodríguez, cuya marca “El Chapo” la destina a la clase 25 que comprende el vestuario, calzado y sombrería, y Ernesto Pérez Zagaste, quien tiene el registro de “El Chapo de Sinaloa” destinada para servicios como educación (clase 41), y productos como instrumentos científicos (clase 9).