El triángulo amoroso que terminó en crimen

Diego Feinmann de 33 años de edad no se imaginó que su obsesión por su exnovia la promotora María Laura Alayón de 40 años, pudiese acabar con su vida.

Según la publicación de Clarín, el actual novio de la mujer, el empresario Gastón Berganza de 34 años de edad mató a Feinmann, frente al restaurante “Fettucine Mario”, ubicado en San Martín y ruta 8, en Pilar, Argentina.

Así surgió la relación

Comenzaba 2014 cuando Alayón –madre de un adolescente de 17 y de una nena de 8; uno hijo de un piloto y otro de un hermano del gobernador salteño, Juan Manuel Urtubey– conoció a Feinmann. El hombre, apodado “Oso” por su envergadura física, era dueño de una casa de computación en Galería Jardín y habitué de la noche porteña. Una amiga los presentó en un boliche y se enamoraron.

María Laura Alayón la exnovia de Diego Feinmann.

“A los dos meses él se tornó violento y ella se alejó, pero lo perdonó y volvió a dejarlo varias veces, en un círculo vicioso”, le explicaron a Clarín desde el entorno de la mujer.

Una vez que Alayón decidió terminar con la relación, Feinmann continuaba siguiéndola, hasta el punto de golpearla en varias ocasiones.

Cuando Diego Feinmann se enteró que su expareja tenía otra relación con el empresario Gastón Berganza, se enloqueció por los celos publicó en las redes sociales fotos íntimas de la Alayón entre otros comentarios que la hacían pasar por “prostituta”.

EL DÍA DE SU MUERTE

El BMW desde donde disparó Gastón Berganza. Crédito: Clarín.

Feinmann perdió la vida el jueves 19 de noviembre, cuando por su obsesión llegó hasta el restaurante “Fettucine Mario”, donde su exnovia se encontraba cenando con su actual pareja Gastón Berganza y su familia.

Feinmann llamó a un radiotaxi, pasó a buscar a Vadin, su amigo ucraniano, y fue al restaurante. Según los testigos “les dijo a sus acompañantes que tenía que ir a hablar con Berganza”. “Le pidió al chofer que frenara adelante de donde estaba estacionado el BMW gris del millonario”.

Fueron 20 minutos de espera. Hasta que Berganza, su novia, su mamá y la chiquita, ya dormida, se subieron al BMW. Inmediatamente, Feinmann se bajó, se acercó al auto y empezó a patearlo y a golpearle los vidrios. “Bajate, c….”, gritó. Llevaba una manopla, pero no llegó a usarla. Según consta en la causa, el empresario sacó una pistola Glock calibre 40 que tenía en la guantera y disparó por una ventanilla.

La obsesión de Feinmann terminó cuando recibió tres disparos de parte de Berganza, quien se encuentra preso, procesado por homicidio calificado.

SM