El limbo en el que viven muchos venezolanos que pidieron asilo en Estados Unidos

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El miedo y la duda se apoderan de muchos venezolanos en EEUU que han solicitado asilo.

Diego Arcaná, recibió su permiso para trabajar pero aún no lo llaman para la entrevista. En el mismo “limbo” está una odontóloga que viajó a Miami en 2016: “Ni siquiera nos llaman para la entrevista, pero conozco a alguien que aplicó por asilo en 2014 y tampoco lo han llamado”.

En las mismas condiciones está un militar retirado que pidió asilo en 2016 y ahora trabaja en un bar de Miami Beach. Dijo haberse negado a reprimir a los manifestantes por lo que lo “ficharon”: “Tuve miedo. Así que cuando pude, salí (…) A mi ni siquiera me han llamado para entrevista (de asilo)”.

El asilo está contemplado en las leyes de EEUU para ciudadanos que demuestren tener “miedo creíble” por haber sido perseguido mostrar evidencia de que lo será si regresa. Hay dos formas: el afirmativo y el defensivo, el primero se hace frente al departamento de migración (Uscis) voluntariamente durante el primer año después de la entrada a EEUU y el segundo lo procesa el departamento de Justicia y es cuando la persona debe defenderse de una potencial deportación ante las cortes de migración, explica Univisión.

Luego que la persona obtiene su condición de asilado, puede obtener su permiso de residencia permanente (green card) en un año y en cinco solicitar la ciudadanía. “Es un proceso que en vista de la cantidad de solicitudes que recibe el gobierno de Estados Unidos se ha vuelto muy lento y no siempre satisfactorio para el solicitante venezolano. De las cifras disponibles se desprende que en 2014 se aprobaron 318 asilos de 1,844 peticiones; el año siguiente solo 466 de 5,603 solicitudes y en 2016, cuando los casos contabilizaron 14,727, el gobierno solo otorgó el estatus a 328 personas con nacionalidad venezolana”, asegura el medio. Aún no se obtienen las cifras de los años 2017 y 2018.

Según el abogado Julio Henríquez, los lapsos de espera por una respuesta a caso de asilo, de entre tres y cuatro años, se debía entre otras cosas a la presentación de casos falsos. Por eso, el Gobierno de EEUU decidió resolver este año rápidamente las solicitudes y, en caso de ser negadas, iniciar el proceso de deportación.

“Esos procesos de deportación también son lentos, todavía no estamos viendo grandes números de deportaciones inmediatas”, dijo Henríquez. “Ellos no te dicen que te niegan el asilo, sino que ‘tu asilo ha sido referido’. Eso significa que te inician un proceso de deportación y te envían a una corte para iniciar un proceso judicial. Como es un eufemismo, la gente no se da cuenta de que se lo negaron”.

Aún no existe disponibilidad de cifras de deportaciones de venezolanos.

Ya EEUU no figura como el primer lugar de preferencia para los venezolanos que piden asilo, siendo sustituido por Perú, país que ha demostrado apertura, incluyendo el reconocimiento de títulos profesionales.

Gustavo Sánchez, un estudiante detenido en El Helicoide por cuatro años y ahora asilado en EEUU, recomendó a sus compatriotas contar “la verdad, con detalles y cómo vivieron su situación en Venezuela, y asegúrense de tener un buen traductor, preferiblemente que sea venezolano y entienda bien cada frase, cada cosa que queremos decir exactamente. Y buena suerte”. , reseña Sumarium