La galopante crisis por la que atraviesa Venezuela ha llevado a cientos de ciudadanos a cruzar las fronteras para lograr una mejor calidad de vida en otros países en donde no tengan que luchar para conseguir alimentos, medicinas y no tengan que exponer constantemente su integridad y su seguridad personal.
A muchos les ha tocado empezar de cero, como es el caso de este joven que se fue a Perú y le tocó vivir un indignante escenario cuando se encontraba vendiendo arepas para conseguir su sustento diario, en la ciudad de Huacho, y funcionarios de Fiscalización de la localidad en donde se encontraba intentaron quitarle la comida típica de los venezolanos.
En solidaridad, ciudadanos peruanos expresaron su apoyo al joven y pidieron a la autoridad que lo dejaran vender, puesto que estaba trabajando. El venezolano, entre lágrimas, expresó su “rabia” por el injusto momento que tuvo que pasar.
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