Conmovedor: «En lugar de bombas, bombones», piden los niños a las FARC en Colombia

«En vez de balas, queremos valores. Que se vengan los ataques pero de risa», dice una carta de las 100 que escribieron los chicos colombianos solicitando el cese de la violencia

Niños colombianos escribieron 100 cartas que llegarán a La Habana con el objetivo de que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) detengan la escalada de atentados que están perpetrando desde hace varias semanas.

«Ese petróleo mató muchos peces y animales que eran nuestro sustento. Por eso deberían frenar desde ya los atentados a la ecología«, escribió una niña de 10 años en Tumaco.

«A mí me preocupa que en Tumaco y otras veredas no hay agua, porque los peces se están muriendo y nosotros vivimos de la pesca», afirmó otra jovencita.

De acuerdo con lo que informa El Tiempo, los párrafos están en las 100 cartas que niños colombianos, todos ellos afectados por el conflicto armado, enviaron por iniciativa de la Unidad de Víctimas a las FARC con la esperanza de que la guerrilla recapacite.

«Ese petróleo mató muchos peces y animales que eran nuestro sustento. Por eso deberían frenar los atentados a la ecología»

«En vez de balas, queremos valores. En vez de bombas, bombones. Que se vengan los ataques pero de risa», señaló otra chiquita.

En el colegio Cafam de Bogotá se dio este miércoles el encuentro nacional de niños que han sido víctimas de la violencia, ya sea porque fueron reclutados, desplazados, perdieron a uno de sus padres, hermanos y tíos, o porque viven en zonas de conflicto.

El diario publicó que en representación de los más de dos millones de menores de edad que, según las cuentas de la Unidad de Víctimas han sido tocados por la guerra, los pequeños expresaron todas sus impresiones y dudas sobre el proceso de paz ante el alto comisionado para la Paz, Sergio Jaramillo; la directora de la Unidad de Víctimas, Paula Gaviria; y la directora del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (Icbf), Cristina Plazas.

«Este encuentro de niños, denominado Juguémosle a la Paz, es una manifestación de esperanza. Los niños han demostrado que su mayor reparación es que no haya más niños víctimas«, dijo Paula Gaviria. Y agregó: «Van 30.000 niños que han recibido su reparación a través de un encargo fiduciario, dinero que les será entregado para sus proyectos de vida cuando cumplan la mayoría de edad».

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