¿Cómo se financia el Estado Islámico?

El grupo recibe dinero del pago de secuestros, extorsiones y donaciones desde el exterior

El expolio del crudo y las antigüedades en los territorios que domina en Irak y Siria son algunas de las principales fuentes de financiación del grupo terrorista Estado Islámico (EI), que también obtiene fondos con los rescates de los secuestros.

Así lo ha identificado el Consejo de Seguridad de la ONU, que en febrero de este año aprobó por unanimidad la resolución 2199 para impedir que «las organizaciones terroristas en Irak y Siria se beneficien del comercio del petróleo, antigüedades y rehenes, y de donaciones».

En ese sentido, la ONU precisó que dicha resolución iba dirigida tanto contra el EI como contra otros grupos terroristas, como el Frente al Nusra, filial de Al Qaeda en el territorio sirio. A finales de junio de 2014, el EI proclamó un califato en Siria e Irak, donde ha tomado amplios territorios con numerosos campos de petróleo y gas, así como yacimientos arqueológicos.

Dentro de su campaña para expandir el terror entre la población y como otra fuente de recursos, la organización radical ha llevado a cabo numerosos secuestros de ciudadanos sirios e iraquíes, y también extranjeros, como periodistas y cooperantes.

En su último informe sobre las vías de financiación del EI, el Grupo de Trabajo de Acción Financiera (GAFI), integrado por 36 países para combatir los delitos económicos y el crimen organizado, detectó cinco fuentes de recursos.

En el documento, el GAFI señaló que la principal fuente es el expolio de los territorios que ocupa, lo cual incluye el saqueo de bancos, la extorsión, el control de instalaciones petroleras y la recaudación ilegal de impuestos.

Otras vías son los secuestros, las donaciones a través de organizaciones no gubernamentales, el respaldo material de sus militantes extranjeros y las recaudaciones a través de las redes sociales por internet.

El GAFI destacó que, a diferencia de Al Qaeda, la mayor parte de los fondos del EI son generados en las zonas donde opera dentro del territorio sirio y el iraquí, y no en el extranjero.

No obstante, el presidente ruso, Vladímir Putin, aseguró este lunes que hay unos 40 países desde los que se financia al EI, entre los que se encuentran varios miembros del G20.

«La financiación, como hemos sabido, proviene de 40 países, entre ellos varios países del G20», dijo Putin en una rueda de prensa en la cumbre del grupo celebrada en la ciudad turca de Antalya.

Rusia es uno de los principales aliados del régimen del presidente sirio, Bachar al Asad, que en varias ocasiones ha acusado a Estados como Arabia Saudí, Catar y Turquía de respaldar a los terroristas.

Por el contrario, la opositora Coalición Nacional Siria (CNFROS), que cuenta con el patrocinio de Arabia Saudí, culpa al Gobierno de Damasco y a Irán de apoyar al EI.

En declaraciones desde la ciudad saudí de Yeda, en Arabia Saudí, el analista Yamal Hammam, del Centro de Investigaciones del Golfo, descartó que exista ningún tipo de financiación desde territorio saudí.

«No sería posible, porque en Arabia Saudí se han tomado medidas muy estrictas para que eso no suceda», dijo el experto a Efe, y puso como ejemplo el caso de los bancos del reino, cuya legislación actual hace improbable un flujo de dinero hacia el «califato».

Sobre la manera en que fluye el dinero, el informe del GAFI subraya que es probable que los yihadistas recurran a empresas que ofrecen servicios de transacciones de dinero, ya que la mayoría de los bancos sirios e iraquíes que siguen operando en sus dominios no tienen acceso al sistema financiero internacional.

Esas compañías funcionan a través de intermediarios de confianza que llevan a cabo las transacciones a través de mensajes vía correo electrónico, fax o teléfono con socios extranjeros o locales para enviar o recibir pagos.

El informe detalla que estas empresas, que suelen no estar reguladas, concluyen la transacción más tarde, bien a través de pagos al contado o por transferencias bancarias.

 

EFE