Bertín Osborne se aburre tanto con Pedro Sánchez que termina entrevistándose a sí mismo

El 25 de noviembre de 2015, Pedro Sánchez inauguró el paso de los políticos por ‘En la tuya o en la mía’ de La 1 de TVE.

Sergio Espí/Periodistadigital.com

El secretario general del PSOE se mostró forzosamente afable, desesperado por demostrar lo ‘humano’ que podía ser y aburrió tanto al personal que hasta el mismísimo Bertín Osborne, aunque luego asegurase que se la había pasado «muy bien», terminó por contar su propia vida, mucho más entretenida que la del político.

Pedro Sánchez llegó a casa de Bertín Osborne con su conocida camisa blanca y su eterna pose de maniquí, asegurando que:

Estoy viviendo un momento apasionante de la vida política española y estoy muy agradecido.

El nivel de exigencia que tenemos los políticos es muy alto pero lo llevo bien, soy mucho mejor con presión.

Lo más duro de la carrera política es que no me dé tiempo a dar un beso a mis hijas. No he podido ver jugar un partido a mi hija.

El candidato socialista a la presidencia del Gobierno se tiró flores a sí mismo asegurando que él había sido el primero en ‘humanizar’ a los políticos acudiendo a programas como ‘El Hormiguero’ y ‘Planeta Calleja’ o llamando a ‘Sálvame’ para hablar con Jorge Javier Vázquez.

Yo he sido el que he abierto el camino a mostrar el lado más natural.

En parte tiene razón, pero lo malo es que la actual carrera por la presidencia se ha convertido en una especie de yincana para demostrar qué político parece más ‘campechano’. Es agotador.

Sánchez parecía nervioso, forzado, no paraba de reír por cualquier cosa, como si así fuese a caer mejor. Pero el problema no es lo que contaba sino el cómo lo hacía. Su tono de voz es tan neutro que llega a ser aburrido hasta el hartazgo.

Y es que, como él mismo dijo, al socialista le cuesta mostrar sus sentimientos y no suele llorar en público:

La última vez que lloré fue por la muerte de mi abuelo.

PEDRO, EL ‘GUAPO’

En el terreno personal, Sánchez le aseguró a Bertín que:

He tenido la gran suerte de cumplir con las tres facetas profesionales que me gustaban: el baloncesto, profesor universitario y la política. Es clase era como una madre para mis alumnos. Me llamaban el ‘político’.

Y en esto, Osborne, muy rápido él, le preguntó:

¿Cómo llevas lo de que te llamen Pedro ‘el guapo’?

El otro contestó:

Eso dímelo tú [risas, por supuesto]. Yo tengo claro que he llegado a dónde estoy porque me lo he currado.

Pero claro, la vanidad del político tenía que salir por algún lado y confirmó que, en su juventud, había sido muy «ligón».

He sido un poco bala… Mi primera novia, con 14 años, era una italiana, Francesca. Iba vestido con chándal y era un breaker. Yo le daba mucho al palique, no era tanto de bailar como de hablar. Pero el break dance sí se me daba bien. En Mallorca hice mis pinitos con las extranjeras.

«HAY UNA COSA DE MI MUJER QUE ME ENCANTA, QUE NO SE DEDICA A LA POLÍTICA»

Pero no fue hasta los 31 años que sentó la cabeza con su mujer, Begoña:

No sabes la tabarra que le di. Tuve que empeñarme mucho, me lo puso muy difícil.

De su esposa, el socialista dijo:

Hay una cosa de Begoña que me encanta, y es que no se dedica a la política. Es una profesional como la copa de un pino. ¡Pero Begoña me da mucha caña!

Yo le pedí matrimonio y fui el que puse el cepillo de dientes en su casa.

Begoña es positiva, constructiva siempre ve las cosas buenas de la vida y ha tenido momentos muy difíciles en su vida. Estaba muy unida a su madre y hace pocos años murió.

Además, Sánchez admitió que su mujer es la que más cree que va a ganar las elecciones, de hecho los jefes de ella le suelen preguntar qué pasará si su marido sale como presidente y ella responde: «¡Es que va a ganar!». Eso sí, Begoña, en tal caso, no dejaría su puesto de trabajo.

Sánchez habló, como era de esperar, de lo mucho que quiere a sus hijas pero de lo poco que las ve últimamente. Bertín aprovechó entonces para preguntarle al político:

¿Qué pasaría si tus hijas te salen del PP?

Sánchez respondió entre risas:

No pasaría nada. Eso sería en la adolescencia. Luego se les endereza y ya está.

A nivel político, Sánchez dijo poco. Se limitó a asegurar que sólo le bastaría una legislatura para terminar con la corrupción («los partidos no son corruptos, lo son las personas») pero que con el tema del paro se necesitarían más de cuatro años para solucionarlo.

BERTÍN CUENTA SU DESASTROSO CURRÍCULUM

Llegó el momento ‘cuñao’ en el que Bertín y Sánchez se fueron a la cocina a hacer unos zumos y mientras que se peleaban con el exprimidor y tomaban cerveza, Osborne aprovechó para contar sus experiencias laborales:

Con mi padre no me hablaba por haber dejado la universidad, estudiaba ingeniero agrónomo.

Mi currículum laboral era una ruina y luego empecé a cantar. Trabajé en Rumasa y acabó fatal.

EL ‘PIN PON’ Y LAS COPAS CON ESPERANZA AGUIRRE

De la cocina, Bertín y Pedro se fueron a jugar una partida de pin pon. Quien ganara el punto preguntaba al otro. Osborne le pidió al político que le dijera algo bueno de Rajoy y Sánchez contestó:

Es un tipo afable en el trato corto.

Sánchez también le confesó que con la única persona del PP que se iría a tomar unas copas sería con Esperanza Aguirre.

Una vez me dijo que ella tenía unas piernas muy bonitas.

Pero el titular más interesante llegó cuando Osborne le preguntó al político quién creía que estaría en la oposición el próximo 21-D, a lo que Pedro contestó:

Soraya (Sáenz de Santamaría). Yo jubilaría a Rajoy y pondría de líder de la oposición a Soraya.