Austria dejará de permitir entrar a inmigrantes desde Hungría

El Gobierno austriaco dijo que planea retirar paulatinamente las medidas de emergencia que desde el sábado por la mañana permitieron a miles de refugiados varados en Hungría durante días contra su voluntad pasar a Austria y a Alemania.

Muchos escapan de guerras en Oriente Próximo y tienen esperanzas de encontrar refugio en Alemania, el país más rico de Europa, pero la Unión Europea está dividida sobre qué postura adoptar ante el flujo de inmigrantes que ha provocado tanto una enorme simpatía como animosidad anti musulmana entre los europeos.

El canciller austriaco Werner Faymann dijo que la decisión, un día después de que se instauraron las medidas, se produjo tras «conversaciones intensivas» con la canciller de Alemania, y una charla telefónica con el primer ministro de Hungría, Viktor Orban.

«Siempre dijimos que esta era una emergencia en la que debíamos actuar rápida y humanitariamente. Hemos ayudado a más de 12.000 personas en una situación grave», señaló Faymann.

«Ahora tenemos que alejarnos paso a paso de las medidas de emergencia hacia la normalidad, en conformidad con la ley y la dignidad», agregó.

Miles de inmigrantes y refugiados llegaron a la estación de tren Keleti en Budapest tras viajar desde Siria a través de los Balcanes y Grecia.

Hungría despachó más de 100 autobuses hacia la frontera el sábado por la noche después de que Austria dijera que había acordado medidas con Alemania para no aplicar las reglas normales que requieren que los refugiados solicitar asilo en el primer país de la UE al que llegan.

Otros partieron desde la estación para recorrer a pie los 170 kilómetros. Los andenes de la estación se volvieron a llenar de gente el domingo.

El Gobierno austriaco dijo que planea retirar paulatinamente las medidas de emergencia que desde el sábado por la mañana permitieron a miles de refugiados varados en Hungría durante días contra su voluntad pasar a Austria y a Alemania. En la image, un guardia observa la llegada de inmigrantes en una estación en Múnich, el 5 de septiembre de 2015. REUTERS/Michael Dalder

El Gobierno austriaco dijo que planea retirar paulatinamente las medidas de emergencia que desde el sábado por la mañana permitieron a miles de refugiados varados en Hungría durante días contra su voluntad pasar a Austria y a Alemania. En la image, un guardia observa la llegada de inmigrantes en una estación en Múnich, el 5 de septiembre de 2015. REUTERS/Michael Dalder

Alemania ha dicho que espera que este año lleguen 800.000 refugiados e inmigrantes y pidió urgentemente a otros Estados miembros de la UE que abran sus fronteras. Otros en cambio sostienen que la prioridad se debería centrar en afrontar la violencia en Oriente Próximo que genera el éxodo de personas.

El primer ministro británico, David Cameron, quiere que el Parlamento vote a principios de octubre para permitirle lanzar ataques aéreos contra Estado Islámico en Siria, dijo el «Sunday Times», y Le Monde dijo que Francia también está evaluando bombardeos aéreos, uniéndose a una coalición liderada por Estados Unidos.

«Cuando la rica Europa discute y se desgarra sobre si aceptar 1.000, 10.000, 42.000 ó 100.000 refugiados, cuando Turquía tiene dos millones, está claro que tenemos un problema de percepción y de identidad», dijo la jefa de Política Exterior de la UE, Federica Mogherini, a un diario italiano.

«Esta crisis nos puede ayudar a salir con una visión más fuerte de lo que significa ser la Unión Europea», sostuvo.

Una docena de simpatizantes ofreció chocolate y plátanos a entre 600 y 700 personas, la mayoría de ellas sirias, que llegaron en dos trenes a la sureña ciudad alemana de Múnich.

Un total de 6.800 inmigrantes llegaron a Alemania el sábado y el domingo se esperaba la llegada de otros 5.000, dijeron representantes del Estado de Baviera.

La decisión de Merkel de permitir la entrada masiva de inmigrantes abrió una grieta en su bloque conservador y los aliados bávaros la acusaron el domingo de seguir adelante con la iniciativa sin consultar con los estados federados que se tienen que hacer cargo de la situación.

La dirigente francesa de extrema derecha Marine Le Pen acusó a Alemania de buscar bajar los salarios y contratar «esclavos» al abrir las fronteras de su país.

SIMPATÍA

El número de personas que llega Europa es bajo en comparación con los varios millones de refugiados en Líbano, Turquía y Jordania, países vecinos de Siria, y el Papa Francisco realizó el domingo un llamamiento para que cada parroquia y comunidad religiosa acoja a una familia de inmigrantes.

Un convoy de alrededor de 140 autos y furgonetas con comida y agua salió de Viena para socorrer y recoger a los inmigrantes exhaustos que caminaban hacia la frontera húngara con Austria.

Algunos viandantes aplaudían y cantaban. «Dilo en voz alta, dilo con claridad, los refugiados son bienvenidos aquí», mientras voluntarios suministraban comida, agua y peluches.

No obstante, un sondeo aparecido en un diario francés mostró que un 55 por ciento de la población francesa se opone a suavizar las normas para que los inmigrantes accedan el estatus de refugiados.

En Hungría, los inmigrantes se montaban en los trenes en la estación de Keleti en Budapest, siguiendo instrucciones escritas a mano en árabe que dirigían a las personas a los vagones que iban a Hegyeshalom, cerca de la frontera con Austria.

Mientras tanto, el flujo de personas que arriesgan sus vidas en viajes en embarcaciones inestables e inseguras a través del Mediterráneo, huyendo de una guerra civil de cuatro años en Siria en la que han muerto 250.000 civiles y de conflictos bélicos en Irak, Afganistán y África, no mostraba signos de remitir

En la isla griega de Lesbos, alrededor de 500 afganos se manifestaban contra largos procedimientos de identificación en enfrentamientos con la policía griega en el puerto principal.

Un ferry griego trasladó a 1.744 inmigrantes y refugiados a Atenas desde Lesbos el domingo y otro con 2.500 inmigrantes era esperado posteriormente, dijo la guardia costera.

Más de 2.000 personas han muerto en el mar este año. El domingo la guardia costera de Chipre rescató a 114 refugiados sirios desde una embarcación pesquera.

REUTERS