Así viven los inmigrantes venezolanos en Perú

No hay quien conozca las cifras exactas. Sin embargo, algunos estudios preliminares, nada decisivos, señalan que más de un millón de venezolanos se han ido del país. Están desperdigados en el mundo.

Una nueva colonia se asienta en Perú, nación que oficializó la residencia temporal de dos años para los ciudadanos de Venezuela que se encuentren en el territorio inca. Aquí cuentan sus testimonios de vida y relatan cómo ha sido ese periplo de emigración.

Señores pasajeros en unos minutos aterrizaremos en el aeropuerto internacional Jorge Chávez, Lima. Se solicita enderezar los asientos y abrocharse los cinturones de seguridad. El clima es nublado y hace aproximadamente 18 grados de temperatura. Gracias por volar con nosotros”. Estas son las palabras de bienvenida, así comienza una nueva vida.

Se llega, normalmente, a un hotel. El recibimiento siempre es bueno. Perú, uno de los destinos turísticos más visitados de Latinoamérica, acoge a sus extranjeros lo mejor que puede. Pero también recibe a quienes salen de sus tierras de origen en busca de horizontes ricos en oportunidades. Perú ya no despide a sus hijos quechuas. No. Dejó de ser un país de emigrantes a ser uno que adopta a inmigrantes. Entre ellos cientos de venezolanos que, por la inseguridad, inestabilidad política y económica, huyen de la ex “Tierra de Gracia”. Para muchos ya la perdió. Perdió su encanto, perdió el rimero de buenos chances que prodigaba generosa.

La primera noche en Lima está llena de expectativas, poner la cabeza en la almohada es difícil. Desde el primer segundo que se decide abandonar la casa, la patria, incluso la bandera del tricolor mirandino no es fácil desechar o prescindir de los apegos y lazos que existen entre la tierra y los sentidos. Se buscan por doquier azules y un sol radiante, escuchar ese “cónchale”, “vale” o “pana”. Se muerden panes de quinoa esperando que sepa a arepa. Se huele un tamal recordando el olor de la hallaca y se toca el agua del pacífico añorando la cálida costa caribeña.

Pasado un tiempo considerable, la costumbre, la mimetización no se hace esperar. En lugar de decir chaqueta, se escapa la palabra “casaca”. La comida ya no es problema y se resuelve conseguir en el Mercado #2 de Surquillo la tan preciada Harina PAN.

Un salvavidas

El Ministerio de Relaciones Exteriores ha oficializado su propuesta de otorgar la residencia temporal a los ciudadanos de Venezuela que se encuentren en el territorio nacional. Esta decisión fue tomada a partir de una solicitud de la ONG Unión Venezolana en Perú (representada por el asilado político y ex diputado Óscar Pérez), con la que buscaban que el Gobierno Peruano les otorgue facilidades migratorias a sus connacionales.

Perú aprobó los lineamientos que regulan la entrega de permisos temporales de permanencia a los venezolanos que estén dentro del país, planteamiento que fue presentado por el área de Migraciones en diciembre del 2016. El gobierno de Pedro Pablo Kuczynski estableci[o que el plazo para presentar una solicitud para el Permiso Temporal de Permanencia será de 120 días, desde la entrada en vigencia de los lineamientos.

Las condiciones para tramitar el PTP son: haber ingresado legalmente al país, encontrarse en el territorio nacional antes de la entrada en vigencia de la disposición que excluye a Venezuela del Convenio Mercosur y no tener antecedentes penales o judiciales en el ámbito nacional e internacional. También se les otorgará el PTP a los venezolanos que estén en una situación migratoria irregular, como consecuencia del vencimiento de su autorización de permanencia o residencia. Con este permiso se faculta al venezolano a trabajar formalmente en territorio peruano.

El 8 de junio pasado, Óscar Pérez Torres –a nombre de la ONG Unión Venezolana en Perú– solicitó ante la cancillería que inicie un proceso para el otorgamiento de beneficios migratorios para la comunidad venezolana en el país. Un mes después, el 20 de julio, recibió una primera comunicación positiva sobre su petitorio.

“Luego nos reunimos con el presidente Kuczynski, el canciller Luna y varios congresistas para explicarles personalmente el porqué de nuestra solicitud. Entendieron que no somos migrantes porque así lo queremos. Somos desplazados por la crisis que ha provocado el gobierno de Maduro. El 13 de este mes recibimos la comunicación del embajador Florián acerca de que sí procedía el asunto”, señaló el ex diputado venezolano y asilado político en el Perú desde el 2009.

Pérez Torres explicó a El Comercio que serían hasta 4.500 los venezolanos beneficiados con la residencia temporal, según las cifras que la ONG Unión Venezolana en Perú ha obtenido tras organizar a la colonia de ese país. Asimismo, precisó que ha pedido al Gobierno Peruano que exima a los ciudadanos venezolanos del pago de la tasa que corresponda para aplicar a la residencia temporal, toda vez que ellos llegan al Perú sin recursos económicos. Actualmente, 5.887 venezolanos están registrados como residentes en Perú, según datos del área de Oficinas Consulares del Ministerio de Relaciones Exteriores.

Lo esencial

Conseguir vivienda no es tarea empinada menos imposible. El auge económico en Perú se refleja en las innumerables construcciones que en todas las calles pueden verse y los carteles amarillos con grandes letras en mayúscula anunciando: “SE ALQUILA” adornan los balcones. Con los verdes ahorrados y con la suerte de partir con Cadivi en mano, los 700 dólares en tarjeta de crédito y los 300 en efectivo,  da para pagar al menos dos meses de arriendo.

Un título o una profesión con experiencia son valorados en el país del ceviche, el verdadero problema está en el eterno dilema del huevo y la gallina: ¿qué fue primero el carnet de extranjería o el trabajo? Ingresar a páginas web para dejar el curriculum vitae no tiene mayor complicación. El proceso se da de la siguiente manera: revisión de los datos del postulante, preselección, la tan esperada llamada para acordar una cita, y, finalmente, en la entrevista, la pregunta de rigor: “¿tienes carnet de extranjería?”.

El carnet de extranjería –CE- es una especie de cédula de extranjero que permite trabajar, abrir cuentas en bancos y realizar una serie de trámites importantes para vivir legalmente en Perú. En la página web se puede ver que los requisitos para obtenerlo. Son claros, dependerán del tipo de calidad migratoria al que se quiera optar. Sin embargo, el escenario más común es el de trabajador. Representa una visa que permite una estadía de un año, con prórroga, en actividades laborales en una empresa inca.

Requisitos: formulario de solicitud de cambio de calidad migratoria, pago al Banco de la Nación de 117,60 Soles –40,55$-, copia del pasaporte con una vigencia de un año, ficha de antecedentes penales emitida por la INTERPOL, y, el broche de oro: contrato de empresa peruana legalizado, RUC –equivalente al RIF- de la misma y carta del representante legal.

Todo iba bien hasta que se lee “contrato”, lo que quiere decir: para poder tener CE se debe contar con un trabajo pero para que contraten a un extranjero, éste debe tener CE.

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