Anthony Borges, estudiante de origen venezolano que ayudó a salvar a 20 de sus compañeros en la masacre en la escuela secundaria Marjory Stoneman Douglas, de Parkland, Florida, tuvo que ser reingresado a la unidad de cuidados intensivos, donde se encuentra conectado a un respirador artificial, tras ser sometido a una operación de emergencia este jueves.
La información la suministró el padre del joven, Royer Borges, quien dijo que su hijo tuvo que ser ingresado de emergencia nuevamente a la sala de operación porque tenía varios días con síntomas de una posible infección en el abdomen.
“Mediante un MRI los médicos pudieron notar que efectivamente una sección de sus intestinos tenía una pequeña úlcera debido al tipo de bala y la onda expansiva que ella crea al entrar al cuerpo, entonces decidieron intervenir y cortar esa sección del intestino delgado para que la vida de mi Tony no se viera más comprometida”, detalló el padre del estudiante en una publicación en su página de Facebook.
Borges, quien trataba de cerrar la puerta de un aula cuando recibió cinco disparos del autor de la masacre Nikolas Cruz, deberá ingresar al quirófano tres o cuatro veces más en los próximos días porque los médicos quieren asegurarse de que la zona quedó totalmente limpia, según reseñó el diario norteamericano el Nuevo Herald.
Los padres de Anthony están solicitando apoyo económico mediante una campaña en GoFundme para costear los elevados costos médicos del joven y ahora la meta de $600,000 aumentó a $1 millón.
Un día después del tiroteo, empezaron a recolectar fondos en la escuela secundaria donde ocurrieron los hechos, y hasta los momentos se han recaudado $626.553 donados por casi 20 mil personas.
Borges aún herido logró salvar la vida de 20 de sus compañeros durante el tiroteo, por lo que es considerado un hombre
Royer Borges informó que su hijo le contó que él junto con un docente estaban intentando cerrar la puerta del aula durante el tiroteo y lamentablemente la persona falleció.
“Él trató de cubrir lo más que pudo a sus compañeros”, dijo el padre.
Su abogado, Alex Arreaza, anunció esta semana que la familia planea demandar a varias agencias gubernamentales de Broward porque se debió haber hecho más para proteger a los estudiantes y maestros.
“La torpe forma en que las escuelas públicas del Condado Broward, el director y el agente de policía reaccionaron para proteger a los estudiantes, y en particular a nuestro cliente, de una inminente amenaza contra su vida fue algo indolente, inaceptable y negligente”, escribió Arreaza en una carta. “Esta acción o inacción provocó las lesiones personales que sufrió mi cliente”, recalcó.