El país, la crisis y el dolor no saben de visa ni pasaporte

No importa si están en Los Ángeles, Buenos Aires, México o Miami, Fernando Petrocelli, Azabache, Alba Roversi, Pastor Oviedo, George Harris y Víctor X son algunos de los venezolanos que se han convertido espontáneamente en multiplicadores de la información sobre lo que ocurre en el país. Comparten, desde lejos, la tristeza, el horror de la represión y los nombres de los asesinados en las protestas, que suman más de 70. La impotencia los abruma, pero los llenan de esperanza los jóvenes que luchan en las calles desde hace más de 80 días

Karla Franceschi/El Nacional

“Mi país vive un viacrucis”

Fernando Petrocelli, periodista

Buenos Aires

“Lo que sucede me preocupa mucho. Me genera impotencia cómo este puñado de personas, con un máster en incapacidad, destruye el país y lo deja en ruinas. He participado en protestas cada vez que he podido. Estoy dispuesto a asistir a las próximas.

Me indigna cómo ha desaparecido la libertad de expresión, cómo gastan recursos en lacrimógenas cuando el país pide a gritos medicinas y alimentos, cómo combaten con odio a venezolanos que quieren un cambio y vivir en un país normal. Me quiebra leer de nuevo que hay muertos en las protestas. Me parte el alma. Mi país vive un viacrucis.

Siempre he manifestado mi posición política. No puedo ser equilibrista ni indiferente. Antes de ser periodista soy venezolano.

Como escribió Leonardo Padrón: ‘Hay que resetear el país’. Es muy difícil sacarlo adelante con tantos troyanos”.

“Estoy llena de impotencia”

Alba Roversi, actriz

Miami

“Es muy frustrante y triste ver las cosas desde lejos. Estoy llena de impotencia porque solo quiero estar allá, con mi gente, en el asfalto.

Busco la manera de colaborar, bien sea en redes sociales o en las protestas que se organizan aquí. Pertenezco al programa de Ayuda Humanitaria para Venezuela y al grupo Raíces de Venezuela. Colaboro así sea enviando información que no transmiten los canales como Venevisión, que tiene un bozal de arepas.

Me indigna el asesinato de tantos jóvenes. Esos niños, en vez de estar frente a una represión maldita e inmisericorde, deberían llevar una vida normal. Pero están defendiendo un país que ni siquiera conocieron. Ellos luchan por una vaina que le han contado. Verlos caer es un dolor muy grande. La solución es no dejar las calles. Es imposible un retroceso porque ahí sí nos terminan de joder. Resistencia y más resistencia”.

“El cambio tiene que llegar”

George Harris, comediante

Miami

“Me da mucha tristeza lo que sucede. Son muchos sentimientos encontrados porque veo mucha valentía en las calles. Me duele cada asesinado como si fuera un hermano. No puedo explicar la impotencia, la desolación. Admiro a quienes están ahí, dándolo todo. El cambio tiene que llegar. Me indigna ver a Nicolás Maduro bailando después de un muerto, a los chavistas sonriendo cuando deberían estar asustados. Me indigna el cinismo.

El mundo tiene claro que el de Maduro es un gobierno dictatorial, asesino, represor. La risa es el vehículo para comunicarme, informar lo que pasa y ponerle cara a los culpables.

Estoy dedicado a la recaudación de insumos para niños, para Primeros Auxilios UCV y para quienes van a las marchas. Siento que así soy más efectivo. Estamos haciendo lo correcto aunque no veamos resultados. Lo estamos logrando”.

“Callar no es una opción”

Azabache, cantante

Buenos Aires

“Vivo, respiro y leo todo sobre mi país. Me involucro como ciudadana vigilante y exigente. Nunca me he desconectado. Veo el sufrimiento de los pensionados en el exterior reflejado en los ojitos de mi madre que trabajó como anestesiólogo por 50 años y desde hace 2 no cuenta con divisas. Mi padre está allá, sufre las secuelas de un ACV y no hay medicinas.

Es duro para un artista pisar un escenario cuando estás roto por dentro. Cada bocado de comida me sabe amargo pensando en que hay un venezolano que no puede comer.

Siempre denuncio en mis entrevistas lo que ocurre en Venezuela. Callar no es una opción. Participo en las protestas. Me coloco adelante con mi bandera de 7 estrellas, la que quiero de vuelta.

Para resolver el problema debemos entender la dimensión del monstruo al que nos enfrentamos. La única salida es la calle, pacífica, sin retroceder”.

“La violencia debe cesar”

Víctor X, locutor

Los Ángeles

“Yo vivo prácticamente en un avión entre Caracas, Los Ángeles y otras ciudades. Antes la gente en California estaba un poco desconectada de la realidad venezolana, pero ahora es distinto. Se están haciendo muchas actividades para informar lo que ocurre en el país. El viernes protestamos frente a la sede de Human Rights Watch. Trabajo con organizaciones que recaudan alimentos y medicinas para enviar a Venezuela. Me ha impresionado la valentía de los fotógrafos y de los periodistas en las coberturas. La violencia debe cesar. Los mismos seguidores del gobierno saben que son unos corruptos. A estos jóvenes, a estos niños desarmados, los están matando. La cúpula gobiernera, ladrona, los asesina para permanecer en el poder. Es indignante. La salida de esta pesadilla incluye la permanencia en la calle de forma pacífica, sin ceder”.

“Hay que perder el miedo”

Pastor Oviedo, actor

México

“Siento impotencia, desconsuelo, dolor, angustia. Desde afuera es inevitable querer gritar muchas cosas contra la injusticia, pero hay que ser precavido porque la realidad del venezolano que vive afuera es distinta a la del que sigue allá. Vamos por el camino correcto. Cada día son más los que reclaman sus derechos.

La gente afuera se interesa. Se ha logrado mucho porque hay profesionales de todas las áreas que ponen de su parte para lograr cosas contundentes en las protestas. La manifestación de calle en Venezuela tiene que ir acompañada de un lobby internacional. Si el régimen cae mañana y no se ha hecho este trabajo, el país quedaría a la deriva. Estoy orgulloso de los venezolanos que están afuera porque han logrado mucho. Necesitamos que el país entero despierte, hay que perder el miedo. La fe es importante, pero hay que trabajar al mismo tiempo”.