Omar Sharif: el actor cumpliría 86 años y Google lo celebra con un Doodle

El actor Omar Sharif, cuyo verdadero nombre es Michel Demitri Shalhoub, dejó una marca indeleble en el cine de Hollywood y del mundo árabe desde hace más de 50 años atrás. Interpretando al guerrero árabe Sherif Ali en la película épica Lawrence de Arabia de 1962, por la que acumuló dos Globos de Oro y una nominación al Oscar, Sharif llegó a la cinematografía luego de trabajar en la compañía maderera de su padre. Hoy cumpliría 86 años y Google lo celebra con un Doodle .

Nacido en Alejandría, Egipto, en 1932, tomó el nombre de Omar El-Sharif y protagonizó éxitos egipcios, incluyendo su primera película en 1954, Lucha en el valle, Un rumor de amor, de 1960, y Hay un hombre en nuestra casa, de 1961.

Recibió numerosos premios, incluyendo un César para la película de 2003, Monsieur Ibrahim, y una medalla de la Unesco Einstein en 2005, reconociendo sus contribuciones a la diversidad cultural. Mientras que actuar fue su principal ocupación, Sharif también fue un jugador de bridge de renombre internacional y escribió una columna sobre ello para el Chicago Tribune.

Pocas veces en el cine alguien dejó una huella tan profunda sin decir una palabra. Así se hizo famoso Omar Sharif, interpretando al guerrero árabe Sherif Ali en la imprescindible película Lawrence of Arabia (1962), en la que apareció como un pequeño punto en el horizonte del desierto que iba creciendo a medida que su camello galopaba junto a Peter O’Toole y que significó su primera película en inglés.

Tal vez fueron sus ojos oscuros y brillantes, o quizás su cabello negro rizado, su bigote prominente, su apariencia de granuja, sus rasgos refinados y su sonrisa dulce, el caso es que Sharif dejó millones de corazones femeninos aleteando siempre a su alrededor para cumplir una tradición de las estrellas de cine masculinas.

Es cierto que no siempre le favorecieron la calidad de los guiones que interpretó, pero Omar Sharif fue siempre una atracción en la taquilla, dando muestras, incluso en los peores papeles, de su personalidad cinematográfica, siempre cálida, sincera y cortés, y de forma especial destacable en éxitos taquilleros como La caída del Imperio Romano, Doctor Zhivago y Funny Girl.