El amigo de Cristiano Ronaldo le mandó un mensaje desde Maruecos: «Ya no te quiero»

Cristiano-Ronaldo-Badr-Hari-Marruecos

La historia de por qué abrirá allí dos hoteles de cinco estrellas de la cadena Pestana, Cristiano Ronaldo y su amigo estrella del kick boxing marroquí, Badr Hari puede quedar atrás.

Extraoficialmente nos llegó ese mensaje, que pensamos es una «joda» ya que en la vida real son buenos amigos.

Acá la historia de Cristiano Ronaldo y su amigo de Marruecos:

Detrás del juego Portugal-Marruecos hay una historia sobre Cristiano Ronaldo que trasciende épocas. Desde 2016, por recomendación de su amigo, el polémico peleador de kick boxing marroquí Badr Hari, de 33 años, el astro del Real Madrid se propuso abrir dos hoteles de cinco estrellas de su cadena Pestana CR7 en el país africano. En Portugal inauguró uno en Funchal (corazón del archipiélado de Madeira) y otro en Lisboa, y le va muy bien. También invertirá en Ibiza.

Mantener un secreto de negocios para uno de los personajes más famosos del mundo es difícil y las revistas y periódicos sensacionalistas españoles especularon que Cristiano viajaba a Marruecos a participar de “fiestas locas” y que se había vuelto homosexual. “Vuela tres o cuatro veces a la semana a Rabat para ver a su amigo en Marruecos y para abrazarlo”, dijo el periodista francés Daniel Riolo en el programa Touche pas a mon sport. El futbolista y el peleador se tomaron en broma el rumor y publicaron en Instagram una foto en la que Hari  levanta en brazos a CR7, junto al mensaje “recién casados”. Badr Hari, también de nacionalidad holandesa, está condenado a dos años de cárcel por actos violentos y altercados en bares de Ámsterdam, en 2012.

Fuentes marroquíes, como el periódico Al Akhbar (La Información) verificaron que el portugués se interesó en el paseo marítimo de Casablanca como primera opción para construir un hotel con habitaciones de lujo, donde una noche costaría 4.000 dirhams (380 euros). También estuvo paseando por Marrakech y Agadir. Sus inversiones se formalizaron hace un año y durante la Champions League 2018, después de que el Real Madrid venciera al Bayern Múnich, Cristiano fue autorizado por el técnico Zinedine Zidane para pasar unos días en Marrakech. Viajó en el jet privado con su madre, su hijo, dos sobrinos y su novia Georgina Rodríguez.

Allegados al goleador aseguran que después de triunfar en el Mundial de Rusia celebrará en Marruecos con su familia y su amigo marroquí, que tiene prisión condicional. Y a hacer empresa, no como lo hicieron los conquistadores portugueses en los siglos XV y XVI, que en su codicia y bajo órdenes del rey Joao Afonso viajaron en sus galeones coloniales desde la península ibérica, a través del estrecho de Gibraltar, e invadieron  Aguz, Al-qsaras-Sequhir, Arcila, Azemmour, Ceuta, Mogador, Mazagán, Safi y Tánger.

De Tánger se enamoró el escritor español Juan Goytisolo, Premio Cervantes de las letras 2014, quien murió en Marruecos hace un año. El autor de Juan sin tierra y El exiliado de aquí y de allá amaba esa tierra y ese mar, donde vivió los últimos años, como a su natal Barcelona. Su último deseo: que lo sepultaran en el cementerio de Larache, junto a la tumba de su amigo más querido, Jean Genet,  novelista francés que lo convenció de conocer el que los cazatesoros lusitanos llamaban Algarve de Ultramar.