Tipo de cambio implícito llegó a 238 a fines de 2015

La liquidez monetaria se duplicó mientras las reservas bajaron 25%

El saldo de las reservas internacionales en poder del Banco Central de Venezuela se ubicó, al cierre de 2015, en 16.533 millones de dólares, lo que representa una contracción en el año de 25%, mientras que la liquidez monetaria experimentó una expansión del 99,63% en similar período.

El saldo de la liquidez monetaria llegó a 3,94 billones de bolívares. Todo esto significa que existen más bolívares en circulación respaldados por menos dólares de las reservas.

Las reservas internacionales son el principal respaldo de la moneda, cuando el Banco Central emite el contravalor de cada dólar recibido, al tipo de cambio vigente.

En el caso presente, existen varios tipos de cambio. Incluso, Petróleos de Venezuela tiene la opción de cambiar al tipo de cambio de Simadi.

Antes bien, con base en las reservas internaciones y otros activos externos, el Banco Central emite bolívares, los cuales conforman la base monetaria. Esto lo hace al tipo de cambio promedio de sus operaciones.

A su vez, el factor multiplicador de la liquidez, conformado por la intermediación monetaria, determina el crecimiento de la liquidez monetaria. Respecto a la base monetaria, o dinero primario, la liquidez tuvo un factor de crecimiento de 2,56, determinado por la acción multiplicadora del crédito bancario, o intermediación financiera.

Ello explica, en parte, que mientras las reservas internacionales se contrajeron en 25% en el período, la liquidez monetaria creció en 99,63%, casi se duplicó.

Si observamos el tipo de cambio implícito, expresado como la relación de los bolívares en circulación entre las reservas internaciones, podemos apreciar que hace un año era de 89,42 bolívares por cada dólar. Pero para fines de 2015 esa relación subió a 238,33 bolívares por cada dólar de reserva.

Eso significa que aumentó sensiblemente la cantidad de bolívares en circulación, respaldados por menos dólares de reservas. De hecho, tal relación creció 2,66 veces, según muestran las cifras del BCV.

Eso explica, en buena medida, el carácter astringente que le ha debido imponer el Banco Central a su política monetaria, a través de las operaciones de absorción y colocación de títulos, como medio para drenar los excesos de liquidez.

Esto es, para evitar que el excesivo crecimiento de los medios de pago, se transforme en presión adicional que amenace el equilibrio de los principales factores de la economía.

En el ejercicio de esa facultad, el Banco Central logró actuar sobre un monto de 337.349 millones de bolívares de liquidez excedente a lo largo del año recién concluido.

 

Alan Lugo/EU