En los platos no podía faltar una cebolla picada para añadirle más sazón a la comida de los venezolanos, hasta que comenzó a aumentar desenfrenadamente el precio de esta hortaliza en los mercados del país.
El repunte de su precio ha sido a pasos agigantados. De 2 mil bolívares pasó a costar 6 mil bolívares, luego a 11 mil bolívares, después de 20 mil bolívares y ahora, según una imagen publicada por La Patilla, el kilo de cebolla se encuentra en un establecimiento a un precio de 51 mil 695 bolívares.
Un precio que no todos los venezolanos podrán pagar, ya que el salario mínimo se ubica 177 mil 507 bolívares.
