“No hay nada peor que un Gobierno sin leche”

El economista sostiene que las posibilidades de Nicolás Maduro de no aceptar los resultados y cumplir sus amenazas son muy pocas

A Luis Vicente León, presidente de Datanálisis, no le preocupa tanto la crisis actual como la que está por venir si no se toman los correctivos necesarios en materia económica. Está preocupado porque el Gobierno nacional no reacciona de manera «adecuada y racional» a la “crisis severa”. «Al contrario, está profundizando lo que origina las distorsiones y si le echas gasolina a la candela no puedes esperar que se apague». A su juicio, lo que los venezolanos van a ver es una «agudización» del problema, que es «mucho más complejo que cambiar al presidente Nicolás Maduro», a quien ve en Miraflores, pase lo que pase el próximo 6 de diciembre.

«Se necesita un proceso de transformación profunda y lamentablemente lo que estamos promoviendo es una polarización mayor que nos aleja de la solución. La posibilidad real de cambio pasa por un país que todavía no está cerca, que lo tenemos que construir», lamenta el economista, quien no se come el cuento de que si pierde el chavismo en las elecciones parlamentarias, se cambia el Gobierno y habrá café, leche, azúcar, empleo y el dólar bajará a 10 bolívares. «Eso es pura paja».

De lo que sí está convencido es que la campaña electoral que iniciará de manera oficial el próximo 13 de noviembre «va a ser de las más agresivas», porque «el presidente Nicolás Maduro está mucho más débil y la debilidad te obliga a ser fintas para que la gente sienta que eres muy fuerte».

La crisis

En su visita a Maracaibo, donde dio ayer una conferencia en el Aula Magna de la URU, Luis Vicente León conversó con la prensa sobre la crisis económica y su incidencia directa en la contienda legislativa, a la que la oposición venezolana asiste por primera vez con una ventaja importante en las encuestas, producto, entre otras cosas, de la debacle de los dirigentes de las revolución bolivariana. «La ciencia política demuestra la correlación que existe entre la valoración de gestión de los líderes y la percepción de crisis. Si 89 por ciento de la población percibe que el país está mal o muy mal, entonces es normal que la popularidad del Presidente se derrumbe y la disposición de voto por el partido de Gobierno se comprometa».

El modelo de desarrollo económico en el país es -dice León- inadecuado, de controles, de intervencionismo y en todos los países donde se implementó ha tenido como consecuencia la creación de grandes distorsiones, pues el control de cambio genera sobrevaluación y corrupción y el control de precio más inflación. De allí que la economía venezolana sea hoy mucho más «primitiva» de lo que era hace 10 años. «El hecho de que celebres conseguir leche o pasta de dientes es de un país primitivo. Incluso, que el Gobierno nacional festeje que llegaron unos barcos con unos productos con los que estiman va a ‘inundar’ el mercado de carne en la campaña y que esa cosa sea una noticia de primera página es primitivo. ¿Ustedes se imaginan un periódico alemán titulando que llegó un conteiner de pollo?».

Algunos analistas vislumbran un estallido social si no se toman rápidamente los correctivos necesarios para reimpulsar el desarrollo económico, pero, fiel a su estilo mesurado, el director de Datanálisis asegura que esto explotará solo cuando no haya productos en el mercado negro, no haya sistema de redistribución de ingresos, el Gobierno colapse el sistema productivo completo y arrecie su sistema de control, impidiendo que ingrese mercancía del mercado negro que es compensatoria y el desabastecimiento agobie a toda la población. «No estamos al borde de una explosión social. Más de 67 por ciento de la población dice que no está dispuesto a protestar pacíficamente, lo cual, en mi opinión, es una barbaridad. Que una sociedad, en medio de una crisis, no esté dispuesta a reclamar por sus derechos, es absurdo, pero hay miedo, porque el Estado demostró el año pasado su capacidad represiva”.

Teóricamente, la política económica del Ejecutivo es, en palabras del profesor universitario de la UCAB, una “locura”. “El Gobierno no está gobernando, está jugando PlayStation. Le sale un monstro aquí y le dispara y le sale otro y le dispara”. Como en los videojuegos, la gran pregunta que se hace León en medio de esta crisis es «quién y qué se va a resetear». Si es Maduro que va a resetear el modelo de control extremo que se lo está comiendo y a los actores del entorno chavista que están tomando ventaja de las distorsiones y haciéndose ricos con dólar baratos o es el país que lo va a resetear a él. Pero «algo se va a resetear».

La contienda

Las declaraciones del Presidente de la República en las que aseguró que no aceptará los resultados si son contrarios a la “revolución” son para Luis Vicente León parte de una estrategia política. “Una cosa es lo que tú dices y otra es lo que tú puedas hacer, porque siendo sincero la posibilidad de que el presidente Maduro cumpla esa amenaza es muy baja. Lo dice como campaña política, no porque sea verdad”, advierte, asegurando que la democracia no es un sistema de consensos sino un sistema político para dirimir el disenso, «que existe porque somos distintos».

El economista no le presta mucha atención al ataque sistemático que han recibido las encuestadoras de parte de los funcionarios del Gobierno. “Son absolutamente racionales. ¿Qué va a decir un político que va perdiendo una encuesta? Que convalida que está perdiendo. Obvio que no. Ni a la oposición le gustaban las encuestas cuando decían que Chávez iba ganando, ni le gusta al oficialismo una que dice que va perdiendo. Eso no es un ataque personal. Es un ataque político primitivo. La mayoría de esos políticos que dicen que las encuestas no sirven son los fanáticos número uno de todas las encuestas y los clientes número uno de Datanálisis”.

Qué necesita Venezuela 

-Un shock de confianza para minimizar los costos de los ajustes.

– Para el Gobierno crear un shock de confianza tiene que reconocer su error y hacer un acto de constricción, arrepintiéndose de lo que hizo y disponiéndose cambiar.

-Hay que devaluar. Eso no va a resolver el problema, pero sin hacerlo no hay solución. El Ejecutivo tiene que asumir el costo de la devaluación y abrir el mercado.

– Tiene que negociar con el sector privado y permitir cambios en los precios, porque no puedes lograr que se incremente la producción si los costos están por encima de los precios

-Restablecer las relaciones privadas tanto en la producción como en la importación, porque es absolutamente inaceptable que un 60 por ciento de las importaciones sean públicas.

La encuesta que más ha impactado a LVL

Es “dramáticamente distinto” el nivel de responsabilidad que la población le entrega al presidente Nicolás Maduro sobre la crisis en comparación al que le daban a Chávez. «Hugo Chávez era un teflón y Maduro tiene un problemas de pega».

 

Leopoldo Márquez/La Verdad