El venezolano se ha enfrentado día a día a la especulación en los precios de los diferentes rubros esenciales para su dieta alimenticia.
Por ejemplo, de acuerdo con la regulación con fecha del 20 de diciembre de 2016, el kilogramo de harina de maíz precocida cuesta 639 bolívares; no obstante, dicho producto, a este precio, no se encuentra en el mercado. Para adquirirlo en la actualidad su valor en el comercio informal pudiera alcanzar los 8.000 y 10.000 bolívares.
Otro de los rubros que ha sido sometido a la distorsión en su precio es el café. Según la Sundde, un kilogramo de la presentación denominada «Premium» cuesta 3 mil 185 bolívares; sin embargo, en los establecimientos se venden 200 gramos por Bs 3.200.
La misma suerte ocurre con el arroz de mesa, estipulado en 120 bolívares aunque en mayo el valor promedio fijado por los expendedores fue de 4.653,85 bolívares. La diferencia entre el precio regulado y del que se oferta es de 3.778,2%.
En tanto, el kilogramo de leche en polvo está regulado en Bs. 70 según la Gaceta Oficial, pero en mayo se adquirió en un costo promedio de Bs. 15.264,58. La diferencia porcentual con respecto al precio Sundde es 21.706,5%.
Mientras que el kilogramo de queso blanco duro está regulado en Bs. 38,35, el precio especulativo promedio ronda los 12.956,88 bolívares; la diferencia es de 28.470,7%.
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