FMI y JP Morgan avivan polémica sobre bitcoin

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Las monedas virtuales más populares en los últimos años, entre ellas el bitcoin, y condenada por varias instituciones financieras y países, recientemente recibieron un espaldarazo de la presidenta del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, quien pidió a los bancos mundiales a “no oponerse al progreso” que a su juicio representan.

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“De muchas maneras, las divisas digitales podrían ser tan buenas como las divisas y las políticas monetarias existentes”, sostuvo, al tiempo que reconoció que las criptomonedas creadas e intercambiadas sin la participación de bancos o gobiernos podrían eventualmente ser aceptadas por países con divisas inestables o instituciones nacionales débiles.

El bitcoin desde su creación ha tenido puntos en contra que han generado su rechazo para transacciones. El principal de ellos es la volatibilidad de su precio, ya que en los últimos tres años se ha revalorizado más de 1.800% y ha llegado a una cotización de 5.000 dólares por bitcoin, pico que alcanzó a principios de septiembre.

La forma de obtener unidades se basa en la “minería”, que consiste en un proceso con computadoras capaces de resolver problemas matemáticos con soluciones de hasta 64 dígitos. En Intenet, proliferan las páginas en las que las personas invierten, incluso en bolívares, para conseguir la divisa y luego convertirla en otras.

Como una “burbuja” (subida anormal y prologanda de un activo) la califican algunos asesores financieros. La cotización de la moneda virtual se mueve en función de la oferta y la demanda. “El comportamiento de las criptodivisas reúne todos los aspectos de una burbuja clásica”, señaló Mark Tinder, analista de la empresa en protección financiera Axa en Asia.

En ocasiones, el valor del bitcoin ha tenido desplomes importantes perdiendo más del 50% como ocurrió en China en 2013 debido a la legislación que adelantaba la nación asiatica para regular su uso.

Otro revés de la criptomoneda provino del consejero delegado del banco de inversiones JP Morgan, Jamie Dimon, quien advirtió que la moneda virtual era un “fraude” y no era “una cosa real”. Tras los comentarios, la cotización bajó 5% en los mercados de divisas y se arreciaron las críticas.

Apuntó, además, que el negocio no terminaría bien y amenazó a sus trabajadores de despedirlos si negociaban con bitcoin. Entretanto, a principios de octubre el diario estadounidense The Wall Street Journal reveló que el grupo de inversión y valores, Goldman Sachs, evaluaba comenzar a operar con bitcoins.

La idea quizá no se concrete, aclararon fuentes de la institución. “La iniciativa de Goldman involucra tanto su división de comercio de divisas y el grupo de estrategias de inversión del banco. Esto sugiere que la firma cree en el futuro del bitcoin más como un medio de pago que un activo de resguardo de valor”, informó el diario.

En Venezuela la posibilidad de utilizar la moneda virtual también se asomó. El ministro de Agricultura Productiva y Tierras, Wilmar Castro Soteldo, durante un programa de televisión, aseveró que las criptomonedas pueden ser una alternativa al dólar.

“La moneda digital -argumentó- es un instrumento que los gobiernos de todo el mundo pueden tener bajo su control y lanzarlo luego en una cesta global que se transa digitalmente, ésta a su vez puede tener como soporte el oro u otros minerales o riquezas tangibles de los países que le den fortaleza a esquemas alternativos de transacción de bienes y servicios”.

En referencia al bitcoin, apuntó: “Puede ser una opción que cree una nueva etapa económica y financiera globalmente”.

En el mundo, Japón ha apostado por aceptar el pago en bitcoin y crear una unidad virtual para frenar la dependencia del efectivo. Desde la otra acera, China ordenó el cierre de los operadores de bitcoin en Pekín, mientras que Rusia se enfoca en la regulación. Fuera de estos casos, las criptomonedas se encuentran en un limbo jurídico en muchos países, como Venezuela, y pueden prestarse al lavado de dinero.

El economista Leonardo Buniak refirió a PANORAMA que con las criptomonedas se debe tener cuidado por su riesgo cambiario, volatibilidad del precio, contraparte (de estafa) y tecnológico (un ciberataque). “Hay una tendencia más a su uso, aunque por los momentos solo representa el 0,0001% de las cotizaciones en divisas”, expuso.