A pesar de que el Gobierno de Nicolás Maduro ordenó el desmontaje del control de cambio obligado por las sanciones de Estados Unidos sobre el Banco Central, la aguda escasez de dólares ha provocado que la demanda insatisfecha continúe corrigiendo al alza la divisa norteamericana.
Desde la apertura de las mesas de cambio, el bolívar se ha depreciado 25,4 %. El más reciente informe de la firma Economist Intelligence estima que el dólar podría alcanzar 75 000 bolívares al cierre de 2019. Mientras tanto, la banca venezolana sigue pagando los costos de la política monetaria y cambiaria de Maduro y la economía ha terminado con una dolarización de facto parcial tras 20 años de socialismo.
Por más que trata, no lo consigue. El régimen de Nicolás Maduro no logra controlar la corrección del dólar ni en las mesas de cambio -que se supone mantiene un sistema de flotación sucia- ni en el mercado paralelo. Las mesas de cambio abrieron hace algunas semanas con una tasa de 5 200 bolívares. Al cierre de la jornada de este lunes, según datos del BCV, la tasa se ubicó en 6 977,19 bolívares. Es decir, el bolívar se ha depreciado 25,4 % en un mercado que goza del amparo del régimen, asfixiado por las sanciones contra Petróleos de Venezuela que aportaba el 96% de las divisas que ingresaban al país.
El más reciente informe de Economist Intelligence, una unidad independiente del grupo The Economist, asegura que el dólar en Venezuela alcanzará, al cierre de 2019, 75 000 bolívares, mientras que en 2020, la previsión es de 609 000 bolívares.
Aunque la autoridad monetaria ha ordenado elevar el encaje legal (57%) y el encaje legal marginal (100%) para impedir que los bolívares de la banca terminen en créditos para comprar divisas, lo cierto es que la medida solamente ha provocado que la crisis de liquidez de la banca se haya agravado al cierre de junio: la tasa overnight registró un nuevo máximo histórico: 120,98 %. Es decir, la política monetaria no ha conseguido contener la corrección del dólar, mientras la banca paga los costos pues su función esencial de intermediación financiera ya ha sido anulada de facto por el BCV. En la última reunión sostenida entre representantes de la banca y el Gobierno, la petición de los primeros fue la reducción de los coeficientes de encaje. Sin embargo, y según aseguraron fuentes ligadas al sector financiero, la propuesta fue rechazada.
La política monetaria no solamente ha sido ineficiente para controlar la cotización del dólar, sino que además, la hiperinflación por la que atraviesa el país ha provocado que la divisa norteamericana haya terminado apoderándose de buena parte de las transacciones en el país, particularmente en la compra y venta de electrodomésticos y celulares. Una dolarización de facto ha conseguido el régimen de Maduro, que se evidenció con más intensidad cuando ocurrieron los apagones de marzo y abril. En ese entonces, según recoge la prensa, hasta las bolsas de hielo eran comerciadas en divisas.
El monstruo del dólar que quiso derrotar el chavismo, terminó adueñándose de la economía venezolana.
reseñado por Danny Leguízamo/El Cooperante