Comprar una batería ya no es un calvario en colas, pero afecta al bolsillo de los venezolanos

Michel Bompart transporta una batería nueva de automóvil después de pasar anoche en una fila en las afueras de la tienda Duncan en Caracas, Venezuela, el jueves 6 de agosto de 2015. Cientos de conductores hacen fila durante un día o más frente a un local comercial para adquirir una de las pocas baterías para automóviles existentes en medio de una generalizada escasez de productos en Venezuela. (AP Photo/Ariana Cubillos)

Comprar una batería para vehículos ya no resulta una labor titánica de días ni tantas horas, si se compara con fechas recientes. El mercado de acumuladores está bien abastecido, al punto de que ya se están dejando ver para ser adquiridas en comercios ajenos a las grandes distribuidoras, eso sí, un poco más caras, publica el diario 2001.

En recorrido realizado por el equipo del diario 2001 se pudo constatar una afluencia normal en los centros de distribución de la empresa Duncan ubicadas en La Trinidad, Los Cortijos y San Martín, todas ubicadas en Caracas.

En el caso de la sede de Los Cortijos, el tiempo promedio de cola para entrar, ser atendido el requerimiento, compra y remplazo del acumulador, revisión del vehículo y salida del centro de diagnóstico, no pasa de una hora.

Los bolívares mandan. A la hora de concretar la compra viene una de las razones por las que quizás ha mermado la otrora fuerte afluencia de clientes: el pago.

El precio varía dependiendo del modelo necesario, para carros pequeños y camionetas va desde 357 mil hasta 519 mil 700 bolívares.

Si de vehículos grandes se trata -camiones y gandolas-, los precios oscilan entre Bs 589 mil 900 y 660 mil 700.

Los precios en bolívares resultan más “amistosos”, pues si se paga en “verdes” la tasa no beneficia al bolsillo de los clientes. Una batería que promedie un precio 400 mil bolívares, a una tasa de 8 mil bolívares por dólar, costaría 50 $. Pero, si se paga en efectivo, en el sitio se deben desembolsillar 65 dólares y en la cantidad exacta porque no dan vuelto.

Los responsables de caja desconocen las razones de la diferencia de precios. Señalan que las tarifas son fijadas desde la oficina central y que a ellos no les argumentas las razones del contrate.

“La situación de las ventas de baterías ha mejorado en comparación con tiempos recientes”, dice Carlos Quintero, un cliente de una estación de servicios en San Martín, quien señala que en este sitio compró una batería nueva hace poco, “como era costumbre”, y que la diferencia era de 20 % más , “que no es tanta si se entiende que el local también debe ganar algo por eso”.