¡Bachaqueo insólito! Desde pitillos hasta mondongo se llevan a Colombia

Colombia

A la gasolina y a los alimentos le quitaron el trono. El combustible y los productos de la cesta básica hace rato dejaron de ser lo único y más rentable para el contrabando de extracción. Ahora, la lista resulta interminable y hasta insólita de todo el cargamento que se llevan por los caminos verdes hasta Colombia para su venta en el mercado negro en pesos.

Por: Otto Rojas / Panorama

Desde pitillos hasta mondongo congelado en ollas desfilan por los caminos verdes, también llamados trochas, que conectan de forma ilegal el bachaqueo entre las fronteras de ambos países. A la lista se suman preservativos sexuales, aguacates, cremas para desrizar el cabello, latas de chocolate, aceite quemado de motor, máscara para pestañas, bisutería y hasta las piñatas.

Las bebidas alcohólicas también entran entre los rubros para bachaquear, siendo el ron uno de los más extraídos de manera ilegal. Las botellas de vodka, ginebra, gaveras de cervezas retornables y hasta el cocuy de penca también es vendido.

María Martínez, nombre ficticio para resguardar su identidad, viaja una vez a la semana en su día libre del trabajo, por 128 kilómetros por la Troncal del Caribe para vender productos en Colombia.

La secretaria de una entidad financiera ‘caza’ en supermercados y comercios marabinos productos a bajo precio para llevarse a Maicao y venderlos en pesos. “Siempre llevo mercancía distinta. Una semana viajo con keratina y gelatina para el cabello, la otra con sobres de Cerelac y Toddy, luego cargo con envases plásticos y así voy”, contó sin pudor.

La mujer, de 31 años, dice que ella prefiere no arriesgarse y por eso se lleva dos unidades de cada producto porque es lo legal, aunque a veces, según ella, “los guardias nacionales se enamoran de lo que llevas y así tengas una sola cosa te la quitan”, confiesa.

La “bachaquera” comenta que para poder pasar la mercancía a Colombia hay dos opciones: la primera es “llevarse una paca de dinero en efectivo e ir repartiendo poco a poco en cada alcabala” y la segunda “tener productos de más para cuando los efectivos te los quiten, no te afecten en las ganancias”.

Los vendedores explicaron que la gasolina ya no es un negocio tan rentable por las complicaciones que existen en torno al combustible. “Es más difícil de almacenar, transportar y ocultar. Tiende a ser peligroso y los cuerpos de seguridad están enfocados en su incautación”, dicen.

Pero mientras la gasolina deja de cotizarse, otros productos suben su valor. Tal caso es el de los cigarros. “Los compran en Maicao por cajas y de todas las marcas, desde los más baratos hasta los que son mentolados”, comentan.

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