Loris Karius cometió una falla que permitió que Karim Benzema abriera el marcador en Kiev. Luego, se le escapó la pelota ante un remate de Gareth Bale que se convirtió en el tercer tanto del «Merengue»
El arquero Loris Karius fue el protagonista de dos acciones insólitas durante la final de la Champions League que su equipo, el Liverpool, perdió por 3-1 ante Real Madrid. El joven de 24 años quedó en el ojo de la tormenta por dos intervenciones fallidas que favorecen triunfo de los dirigidos por Zinedine Zidane.
El alemán cometió su primer error grosero a los cinco minutos del segundo tiempo. Intentó salir por lo bajo con las manos desde su área, pero no calculó la distancia a la que estaba Karim Benzema. El francés capitalizó esa mala decisión para poner el pie, desviar la trayectoria de la pelota y abrir el marcador en el partido que se disputa en el estadio Olímpico de Kiev, Ucrania.
Ya en el segundo tiempo, y con el partido 2-1 a favor de los «Merengues», el conjunto inglés conservaba la ilusión de llegar a un empate que le permitiera definir el título en el alargue o, incluso, soñar con la remontada.
Pero, a los 82′, Karius volvió a equivocarse. Bale remató al arco de media distancia y el alemán falló en la contención. Puso los brazos casi sin fuerza y la pelota terminó venciendo su resistencia para convertirse en el 3-1 definitivo.