Nuevas pruebas y detalles del asesinato del jugador de Sao Paulo

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Según pasan los días van saliendo nuevas informaciones sobre el asesinato del ex-jugador del Sao Paulo Daniel Correa.

Este lunes un amigo del exfutbolista filtró unos mensajes por WhatsApp en los que aseguraba que iba a tener relaciones sexuales con Cristiana, la mujer del supuesto asesino, y hoy ha llegado a los medios un audio en el que Edison Brittes, el sospechoso, cuenta a un amigo de Daniel lo devastada que estaba la familia justo antes de confesar el asesinato.

“Allana (la hija del matrimonio y que celebraba esa noche su 18 cumpleaños) es tan amiga de él que vino sólo por su cumpleaños. Él quería mucho a mi hija, imagínate. Vino desde lejos sólo por su fiesta y era muy querido por la gente”, cuenta el sospechoso en un audio al que ha tenido acceso UOL.

Edison asegura que su hija se encuentra en estado de shock y nada más conocer el asesinato del exfutbolista tuvo que administrarle un calmante. “No me hables, amigo, qué desespero. Mi hija está desesperada. Allana está en shock. Dios mío, la tuve que dar un calmante…”. Allana también está detenida y en su declaración habría confesado que Daniel no estaba invitado a la casa de la familia después de la fiesta en una discoteca de Curitiba.

El sospechoso del cruel asesinato cuenta antes de confesar que de Daniel Correa Freitas salió por su propio pie de la finca. “La gente no sabe qué pasó, sólo que se fue antes. Estuvo con el móvil y se marchó. Usted sabe las dimensiones de mi terreno y lo que hay hasta mi casa. Es grande y la gente estaba en el fondo de la casa. Salió andando, el terreno tiene 40 metros y la puerta estaba abierta porque estaba llegando más gente”, añadió.

Edison repite varias veces que Daniel estaba bajo los efectos del alcohol. “Estaba muy borracho. Estaba muy loco, muy bebido. No conseguía ni ponerse en pie”. Y es que el exjugador, según el sospechoso, llegó con dos mujeres y un joven a la casa. “Yo recibía los cuatro. Entraron y empezaron a beber. Escucharon música y fumaron de la cachimba”.

En ese audio, Edison jamás dice que Daniel intentara violar a su mujer y su versión se centra en su temprana marcha de la fiesta. “No sabría decirte hora”, añade. “Él era muy grande él se fue pronto. Qué tragedia, amigo. Es triste, muy triste. Cuente conmigo en lo que pueda ayudar”, sentenció.

La policía presentará cargos contra la familia implicada en la muerte del jugador
La policía presentará cargos por homicidio calificado y coacción de testigos contra la familia implicada en el asesinato del centrocampista brasileño Daniel Correa Freitas, propiedad del Sao Paulo, informaron fuentes oficiales.

El empresario Edison Brittes Júnior, sospechoso de asesinar al futbolista, la esposa de este y la hija de ambos, de 18 años, deberán responder por los cargos después de que las autoridades reconstruyeran lo ocurrido la noche de la muerte de Correa en la localidad de Sao José dos Pinhais.

Así lo explicó este martes en una rueda de prensa el comisario de la Policía Civil de dicha localidad, Amadeu Trevisan, quien dijo tener «seguridad» de que la familia Brittes «mintió» en la declaración ofrecida a la policía. «Ellos comenzaron mintiendo, inventaron una historia, cambiaron la versión, la modificaron, con coacción de testimonios», señaló Trevisan.

De acuerdo con las investigaciones, el futbolista, de 24 años, habría sido sorprendido en la cama con la mujer de Brittes, principal sospechoso, motivo por el cual recibió una paliza, para posteriormente ser trasladado en el maletero de un coche a un local cercano donde fue cometido el crimen.

Según las autoridades, el jugador recibió una paliza dentro de la casa donde se encontraban, después tuvo el cuello cortado y los órganos genitales extirpados cuando todavía estaba vivo, aunque inconsciente. «Daniel, según testigos, se movía y estaba vivo», resaltó Trevisan, encargado del caso.

El comisario explicó que, según los análisis toxicológicos, Correa estaba «bastante ebrio», pero no drogado, y «totalmente indefenso» cuando fue «dominado» por cuatro personas, entre ellas Edson Brittes, quien se encuentra en prisión, al igual que su esposa y su hija. Tras lo sucedido, los tres miembros de la familia se reunieron con varios testigos en un centro comercial y, bajo amenazas, les pidieron a todos contar la misma versión. , reseña AS