El Adiós de un «crack» Kaká anuncia su retirada del fútbol

Ricardo Kaká con la camiseta del AC Millan

El brasileño Kaká de 35 años militaba en el Orlando City de EE UU

Hubo un tiempo en el que el mejor futbolista del mundo no eran ni Messi ni Cristiano Ronaldo. De eso hace ya 10 años, pero Kaká tendrá para siempre el honor de haber ganado el último Balón de Oro antes de la dictadura del argentino y el portugués. Ricardo Izecson dos Santos Leite, Kaká,anunció ayer su retirada. A los 35 años, el jugador brasileño deja el fútbol, lo anunció en una entrevista en la cadena brasileña TV Globo, grabada en el estadio Morumbí, el del São Paulo, el equipo que le formó y le lanzó al estrellato.

“Necesitaba tiempo para reflexionar y tomar una decisión muy meditada. Hablé con mi familia y personas muy cercanas. He llegado a la conclusión de que es hora de cerrar mi etapa como jugador profesional”, dijo Kaká, que reconoció que tenía ofertas para seguir en activo. Su último club es el Orlando City, de la MLS estadounidense, donde milita desde 2015.

Sobre su futuro, el ya exjugador contó que quiere seguir vinculado al deporte que le dio el éxito. “Ahora me voy a preparar para continuar ligado al mundo del fútbol, pero desde otra función. Me gustaría ser mánager o director deportivo, ser alguien que se encuentre tanto en el campo como en el club”, explicó.

La prensa brasileña apunta que Kaká puede recalar en la directiva del São Paulo, el equipo con el que debutó profesionalmente en 2001. Dos años después desembarcó en el Milan y su impacto fue inmediato. Con Ancelotti en el banquillo y Pirlo y Gatusso como escuderos, el brasileño era el puñal de ese equipo desde la posición de mediapunta. Desequilibraba en carrera o martilleaba con disparos desde fuera del área. Era la estrella de una escuadra que ganó una Champions y un scudetto. 2007 fue su año, cuando alzó la orejona y el Balón de Oro.

Aunque vestía la camiseta rossonera del Milan, a Kaká se le relacionaba con el Madrid continuamente. Los rumores se confirmaron en 2009, cuando Florentino Pérez pagó 65 millones para que vistiese de blanco. Su periplo en España no fue, sin embargo, todo lo glorioso que se esperaba. Las recurrentes lesiones lastraron su rendimiento, nunca se asentó y abandonó el Bernabéu en 2013. “No fue lo que esperaba”, dijo ayer el brasileño sobre su pasado madridista. Su otro punto negro fue no haber superado los cuartos de un Mundial con Brasil (2006 y 2010), aunque se proclamó campeón en 2002 con un papel testimonial. Con la amarilla jugó 95 partidos y anotó 31 goles.

Su carrera no remontó tras dejar Madrid pese a que lo intentó en dos exequipos: Milan y São Paulo. Su última aventura en EE UU concluyó ayer.