10 puntos sobre el cierre de la LVBP y la final Magallanes-Tigres

Llegamos al capítulo de cierre del béisbol venezolano y a pesar de que el nuevo formato dejó muchas interrogantes, la final entre Tigres de Aragua y Navegantes del Magallanes, así como las series previas, parecen devolverle la emoción a una temporada signada por la fuerte crisis económica. A medio camino entre la conclusión y el análisis, aquí señalamos los 10 puntos más importantes camino al desenlace del torneo.

10-Sobreviven los equipos que tienen más dinero y mejores contactos. El trabajo de Jorge Urribarrí en Tigres de Aragua y de Roberto Ferrari en Navegantes del Magallanes así lo demuestran. Es importante tener ojo y ojos afuera para saber qué pitcher puede rendir apenas al pisar Maiquetía. También se necesita mucho dinero para pagarle a un pitcher que traes de afuera para solo lanzar un cotejo, con la posibilidad de quedar eliminado.

9-Tigres, a su décima final desde la 2001-2002. Magallanes a su cuarta consecutiva. Algo están haciendo bien estos equipos que el resto no. ¿Ayuda que la figura legal de tu equipo sea una Fundación? El periodista Octavio Hernández (@octaviolider) reseñó que, por ejemplo, Aragua pasó de 9 importados (en 2014) a 14 (en 2015). Cuenta una fuente que trabaja en un equipo importante de la capital: “Como son una Fundación no tienen por qué mostrar ganancias, así que tienen todo el dinero para gastar”. El mánager Buddy Bailey usó este argumento para decir que los maracayeros eran “Los Yanquis” de la liga venezolana. De hecho este fue el primer equipo de Tigres –según Hernández- con al menos 5 bates foráneos desde el 2000. Magallanes también usó una gran cantidad de extranjeros (15 por 9 en 2014). Un importado puede llegar a cobrar 20 mil dólares según cuenta un exdirectivo de la Liga, pero como la tasa usada es 6,30 (sí, para la pelota), entonces sale más barato usar a un dominicano que a un venezolano de experiencia en Grandes Ligas.

8-En correlación con tener bueno ojo, es importante mirar las estadísticas de Frank Díaz (32 años), un jugador que llegó a Magallanes en 2013 a cambio de Fernando Nieve. Fue la bujía de Magallanes en la serie contra Caribes. La cuenta @Purapelota detalla que de los 4 jonrones que dio, tres fueron contra los de Anzoátegui y todos en Valencia.

7-La ley del ex: Ronny Cedeño y Luis Rodríguez (Regreso de Año).Con Álex Romero, que fue escogido como refuerzo, Magallanes tiene a un trío exaragüeño que estuvo presente en aquella fatídica y asombrosa remontada de la 2006-2007. Veremos si en efecto no hay peor astilla que la del mismo bate.

6-El Jugador Más Valioso fue Álex Cabrera. A sus 44 años y luego de ser una de las bujías de Tiburones, que clasificó primero que el resto de las divisas, lanzó: “Si los peloteros jóvenes no me pueden superar, ¿por qué me voy a retirar?”. Una verdad del tamaño de su swing, sobre todo para una liga que se jacta de ser la más fuerte del Caribe o de la que se esperaba más presencia de novatos debido a las condiciones económicas.

5-Hablando de Tiburones: por el bien de su sanidad espiritual, la fanaticada de Tiburones debe eliminar de sus oraciones el mantra “Este es el año”. Ya van 30 sin ver a linda.

4-Todo aumentó este año en la LVBP. Y no hablo solo de la comida. Los revendedores han sofisticado su arte. Ya no solo te consiguen la entrada y guardan el cupo en la fila, con la venia de las personas que trabajan “cuidando” que nadie se colee, ahora tienen punto de venta. Los abonados no han acabado con este flagelo. Es inimaginable cuánto puede costar un asiento en esta final.

3-Las repeticiones son una tortura. De alguna manera deberán mejorar para que se reduzca el tiempo por las jugadas protestadas. Si estás en el estadio o viendo el juego por tv, todo se hace aún más lento, en un juego que por naturaleza ya lo es. Tal vez esto podría corregirse con más cámaras cuando se trate de una final y un sistema de comunicación más efectivo entre el departamento de tecnología y el umpire.

2-El formato. Las series Magallanes-Caribes y Tiburones-Tigres le devolvieron la emoción a un torneo que pintaba para el olvido. Quienes lo idearon no se pueden llevar toda la gloria porque era imposible pensar que la aparente superioridad de turcos y escualos no fue tal, obligando a que se realizaran el mayor juego de números posibles.Emocionantes fueron, además, porque previamente se dieron desenlaces que se deseaban evitar con el sistema de puntos: los juegos extras. También funcionó para la taquilla que el último clasificado fuera Leones, por lo que pudo darse una “final” previa entre los eternos rivales. De no ser así, los números de este año serían realmente fatales.

1-  Voy con mi pronóstico para la final: Magallanes reforzó su pitcheo (Edgar Gonzáles y Gregory Infante), un departamento que ha presentado ciertos baches cuando un desconocido en postemporada Deolis Guerra (18.00 de efectividad contra Caribes) pierde el home o Jean Machí acusa sus típicos nervios. Aragua sumó a Carlos Sánchez, un bate que funciona muy bien contra la nave y al lanzador Yohán Yan. ¿Conclusión? Esta serie se decide a punta de batazos y a favor de Magallanes, en 6 juegos.

 El Estímulo