Murió Sudán, el último macho de los rinocerontes blancos del norte

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El último macho de la subespecie de rinoceronte blanco del norte, Sudán, murió el pasado miércoles, dejando así sólo dos hembras como sobrevivientes de la especie.

A sus 45 años, el rinoceronte murió en la reserva Ol Peteja Conservancy, en Kenia, donde habitada y recibía los cuidados necesarios por las “complicaciones relativas a la edad”, las cuales no le permitían levantarse y le provocan mucho sufrimiento.

“Su muerte es un símbolo cruel del menosprecio humano por la naturaleza y ha entristecido a todo aquel que lo conocía”, expresó Jan Stejskal, director de Proyectos Internacionales del Zoológico de Dvůr Králové, en la República Checa, donde Sudán fue tratado en 1975 junto a otros cinco rinocerontes blancos.

El rinoceronte, perteneciente a la especie Ceratotherium simum cottoni fue el último nacido en estado salvaje, en 1973.

Actualmente sólo quedan dos hembras de la misma especie como últimas sobrevivientes de la especie, que son Najin, hija de Sudán, y Fatu, su nieta.

En 2015, luego de la muerte de Suni, el penúltimo rinoceronte blanco macho en morir, se intentó preservar la especie con Sudán, Najin y Fatu, pero luego de varias pruebas determinaron que el macho había perdido la posibilidad de procrear una nueva cría.

La especie sufrió una gran pérdida de especímenes entre los 70 y 80, por los cazadores furtivos que buscaban el cuerno del animal por su uso en la medicina artesanal China y las empuñaduras de dagas en Yemen.

Ahora la única esperanza en preservar la especie será fecundar los óvulos de las hembras con el semen almacenado de machos de rinoceronte blanco del norte, un método costoso que buscarán pagar con donaciones.