¡Insólito! Madre mató a sus hijos porque pensó que estaban poseídos

Hay madres que se pierden en sus ideales y terminan dañando a seres inocentes.

La historia que leerás a continuación, probablemente te robará un suspiro, pero de esos que duelen en el alma y sientes como te aprietan el corazón. Dicen que una madre es un refugio, esos brazos a los que puedes recurrir cuando tienes miedo. Pero, ¿y si ella es la mala del cuento? María Gombau, mata a sus hijos porque pensó que estaban poseídos.

La comunidad Valenciana, en España, está indignada. Pues, el municipio de Godella, se convirtió en el escenario de uno de los crímenes más crueles. María Gombau, creció en Rocafort, una buena zona, de gente acomodada. Sin embargo, desde joven luchó contra ello, no quería seguir el sistema.

En su momento formó parte del colectivo 15 -M. En una de sus manifestaciones se puso bastante agresiva y al agredir a la policía, fue detenida en el 2011. Según, las declaraciones de personas cercanas y vecinos, la describen:

Los mismos argumentaron que su forma de vivir era insana, compartía el techo con su pareja, Gabriel Salvados y sus dos hijos, de 5 meses y dos años y tres años y medio. Se dice que vivían en una casa hecha pedazos. Para acceder hay que pasar por un camino de tierra lleno de matorrales.

Desde luego, en la fachada recibían a sus invitados con un letrero:

‘Vais a morir todos’

En el interior era un lugar sin las condiciones higiénicas, sobre todo, para darle una vida digna a sus hijos. Los cuales según su propia madre estaban poseídos.

María Gombau, se declaraba como un alma libre en contra de cualquier comodidad y autoridad. Cuando la policía la detuvo en sus manifestaciones, estaba embarazada del primer pequeño. La sentencia fue con base a los puñetazos y las botellas que les lanzó a los oficiales.

No obstante, le asignaron un castigo comunitario. ¿Quién era en las redes sociales? La mujer ¨Hippie¨, que amaba a los animales, a la que la naturaleza le parecía sagrada y la que exigía los derechos sociales. El amor por su pareja siempre fue real:

“Te amo, el amor es lo único que vale, nuestro reino, la paz, nuestra familia”.

El hombre cantaba a la vida y a la muerte, tocaba las cuerdas de la guitarra y al fondo las calaveras y animales muertos adornaban la escena. Ella trabaja limpiando y él en un bar muy cerca de casa. No obstante lo despidieron porque siempre llegaba tarde y drogado. Decía que era parte de los Illuminati.

Era claro, que ambos estaban fuera de la realidad. La madre tiró a sus hijos a una fosa séptica, pues argumentó que estaban poseídos. Mientras que su pareja dijo que ella había ido a una piscina para resucitaros. De ahí, que cuando la encontraron estaba dentro de un bote de agua.

Al sacarla, ella misma los llevó a donde enterró a los pequeños. Fue la madre de María, la que avisó a las autoridades, luego de recibir un mensaje de su hija, que le dijo que se iba con el creador.

De esta forma entraron a la casa y encontraron al pequeño Aimel, de tres años y medio y a la dulce Rachel, de apenas 5 meses sin vida, reseña Soy Carmín