Este es el multimillonario sobrino favorito de Cilia Flores (Foto +Video)

Carlos Erik Malpica Flores es uno de los civiles más poderosos de Venezuela por la cantidad de recursos y funciones que ocupa. Es el actual tesorero de la República y administrador de las finanzas de Pdvsa. Ha tenido una astronómica carera como funcionario público desde que, de la mano de sus tíos, Cilia Flores y Nicolás Maduro, ingresara al gobierno.

Durante 10 años ha sabido ocultar su rostro y cuidar con celo los detalles de su gestión. Así lo reseñó El Pitazo.

Su nombre comenzó a resonar hace poco, luego de que dos jóvenes parientes de la Primera Dama fueran detenidos por presunto narcotráfico en Nueva York. Hoy su identidad queda al descubierto, al mismo tiempo que una serie de negocios en Panamá asociados a sus familiares.

Aunque nunca se ha mostrado en público, el nombre de Carlos Erik Malpica Flores va remachado a una serie de negocios, de reciente creación. La familia del tesorero nacional registró 16 empresas en Panamá desde la llegada de Nicolás Maduro al poder, en 2013. Callado, de bajo perfil, es el poder sin rostro. Pero más que eso, el sobrino favorito de Cilia Flores.

De la primera dama –primera combatiente en la jerga revolucionaria– se dicen verdades y mentiras. Pero un costado de su personalidad parece no admitir discusión: es una mujer que ayuda, protege y defiende a los suyos en cualquier circunstancia.

Poco importó que en 2008 la prensa encontrara en la nómina de la Asamblea Nacional, que entonces dirigía con puño de hierro, a 47 familiares suyos con cargos en el organigrama. Tampoco parece haberle importado que el pasado miércoles 11 de noviembre de 2015 a un sobrino y un hijo de crianza los dejaran presos en Nueva York acusados de conspirar para introducir un cargamento de cocaína en Estados Unidos, en lo que ha sido, sin duda, un escándalo sin precedentes en la historia política venezolana. Antes de desmarcarse, Cilia Flores ha optado, en cambio, por guardarse en casa y esperar. Ciertas familias tienen un pacto de silencio y los Flores son una de ellas.

No son, sin embargo, Franqui Francisco Flores de Freitas y Efraín Campo Flores, los involucrados en el escándalo de drogas en Estados Unidos, sus sobrinos preferidos. Sí lo es, en cambio, el hijo de su hermana Eloísa, Carlos Erik Malpica Flores: tiene mucho más poder, consolidado a la vera de la familia presidencial tras su astronómico ascenso por los caminos de la administración pública. La Vicepresidencia de Finanzas de Pdvsa, cargo al que llegó a finales de 2014, luce como el pináculo de una carrera que inició hace algunos años, el 28 de septiembre de 2005, con el cargo de director General de Gestión Administrativa y Servicios en la AN mientras su tío político Nicolás Maduro presidía el Parlamento.

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De allí pasó a un cargo similar un año después en la Cancillería, cuando el entonces presidente Hugo Chávez nombró a Maduro ministro de Relaciones Exteriores. Luego, a finales de 2012, con Chávez ya desahuciado y Maduro como el número dos, Malpica Flores ingresó a la Vicepresidencia de la República como director General encargado de esa dependencia. Finalmente, con su tío en la máxima magistratura, consolidó su posición como administrador de las finanzas del país: ha sido subtesorero, director general del Bandes y Tesorero de la Nación, en ese mismo orden. Hoy en día maneja el presupuesto nacional, los créditos adicionales y muchos fondos financieros que los economistas califican de inauditables por la ausencia de informes y balances públicos.

Al comparar la cantidad de cargos que ejerció y ejerce Malpica Flores con los que ha tenido el resto de la familia que participa en la burocracia chavista queda más que claro que es la persona de mayor confianza de la pareja presidencial venezolana. Él ha querido retribuirla evitando la estridencia y los escándalos asociados a la exposición del poder. A la vez que impide que le fotografíen en público, se ha asegurado de que no haya rastro suyo en medios de comunicación privados y estatales, incluyendo las publicaciones internas o las páginas web de las instituciones donde ha laborado.

Además, como muchos de la familia presidencial, no posee cuentas en redes sociales. La táctica le ha funcionado, pues algunos medios lo confunden con Temir Porras, ex presidente del Bandes y ex funcionario de la Cancillería, y en otros tiempos uno de los favoritos del presidente Maduro.

Pero todo ese empeño en mantener su perfil en las sombras se vino abajo con la detención de sus dos parientes en Haití. Una sesión de fotos tomadas en diciembre de 2014 en una discoteca en Saint Barth, una isla localizada en el Caribe oriental, acabó con esa voluntad de ocultarse.

Un “emprendimiento” familiar en Panamá

Nadie se refiere a él por su nombre. Es “El sobrino de Cilia”, concuerdan voces de la Asamblea Nacional, el Ministerio de Relaciones Exteriores, Pdvsa y medios empresariales de Valencia, ciudad donde están radicados los Malpica y algunos Flores. Después de sus tíos, del presidente del parlamento y del presidente de la estatal petrolera debe ser el civil más poderoso de Venezuela.

Su entorno ha tomado nota de esta situación y comienza a sacar provecho. A nueve meses de instalado en la directiva de Pdvsa, el administrador coincidió en Panamá con sus padres –Carlos Malpica Torrealba y Eloísa Flores- en el mismo período en que en esa ciudad se registraban 10 empresas familiares, del 2 al 10 de septiembre. Su tía, Evelyn Malpica Torrealba, viajó a Panamá en días previos, mientras su hermana entró a Venezuela proveniente de ese país días después de la iniciativa empresarial. La información se desprende del análisis de los movimientos migratorios de la familia y consultas hechas en el Registro Público de la capital del país centroamericano. Asimismo, antes de esa curiosa semana de septiembre, se pudo establecer que los Malpica habían creado dos empresas en 2014 y tres en 2015 (entre marzo y agosto).

En octubre de 2015 agregaron una más a su abultado inventario.
El Pitazo