Ojo crítico de los libreros premia la literatura venezolana

Los ganadores de la tercera edición fueron Eduardo Liendo por su novela “Contigo en la distancia” y  César Segovia por su poemario “Próximo tren”. La entrega tuvo lugar ayer en los espacios de la librería El Buscón 

KEYLA BRANDO
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¿Cuál es la diferencia entre un vendedor y un librero? Una pregunta que se hacen muchos cuando escuchan que alguien se define a sí mismo como tal. Ellos son los personajes necesarios para hacer de una visita a la librería un momento diferente: cruzar el umbral que divide el caos citadino y la tranquilidad, inexplicable, que ofrecen sus estantes. En otras palabras, “el vendedor vende… el librero verdadero se desprende de un libro  con mezcla de tristeza y de alegría. Como quien despide a un amigo rumbo a nuevos puertos”, de acuerdo con Katyna Henríquez, librera de El Buscón.

En esta edición, la novela Contigo en la distancia, de Eduardo Liendo,  fue la ganadora en el género de narrativa. El jurado explicó que esta propuesta está escrita en una prosa sencilla y limpia, pero llena de imágenes y construida a través de experiencias cotidianas.

Próximo tren, de César Segovia, fue galardonado en el género de poesía. “La obra es una apuesta estética tanto gráfica como textual, en que la palabra, el viaje y el recuerdo signan una escritura peculiar”, destacó el jurado. Los palíndromos, el juego con el lenguaje y la puesta en el papel hacen del libro un puente con la tradición literaria venezolana, en la que se puede mencionar, entre otros, a Darío Lancini.

El jurado estuvo conformado por los libreros de Librería Alejandría II, Librería Alejandría III, El Buscón Librería de Ocasión, Librería Estudios, Librería Kalathos, Librería Lugar Común, Librería Noctua, Librería Sopa de Letras y Librería Templo Interno.

Por la ocasión, el equipo de El Nacional entrevistó a Ricardo Ramírez, profesor de la Escuela de Letras de la UCV y librero de Librería Alejandría II.

¿Cómo surgió la idea de agruparse y crear un premio?

La idea la tuvimos Rodnei Casares y yo en 2013, pensando en un premio que no fuera de los críticos, académicos o escritores, sino de los libreros. La idea fue tomada de España y otros lugares de Hispanoamérica, en donde se dan estos premios, en especial en España. Y bueno, muy poco a poco, ha ido creciendo, aunque todavía falta mucho.

Ahora que ya han realizado tres ediciones. ¿Cómo ha sido el recibimiento de esta iniciativa en los autores, las editoriales, las librerías y los lectores?

Creo que ha sido bienvenido, los autores lo valoran mucho. Pero falta desarrollar mucho más el premio, lograr un patrocinio constante, y una mayor articulación entre las librerías y las editoriales a la hora de promocionar los libros ganadores y finalistas.

En el veredicto señalan que tienen una “perspectiva diferente”. ¿Qué distingue este premio de los otros?

En principio, que lo dan los libreros desde la perspectiva del librero. Si te fijas bien, de los ganadores, uno de ellos está bastante agotado; de los finalistas, también hay otro agotado; nos interesa valorar a esos libros que quizás otros premios no distinguen. Lo que más nos interesa señalar es nuestro ojo como lectores siendo parte de la industria del libro.

Dentro de la comunicación literaria (autor- obra- lector). ¿Dónde entra el papel del librero?

Es el gran generador de esa comunicación. Un librero es un hijo de Hermes.

Figuras de trayectoria como Eduardo Liendo y Rojas Guardia y otras más nuevas como César Segovia. ¿A qué y a quién le apuesta este premio?

A las obras de calidad, independientemente de si los autores son consagrados o no.

Dentro del espacio caraqueño, ¿qué lugar ocupa la librería?

Un espacio apartado. Las librerías de Caracas son parte de esta ciudad y conforman una tradición. Nos interesa honrarla. Para ello, siempre queremos estar al frente de librerías, ofrecer libros, ser un espacio de diálogo. Una librería es un espacio público intelectual. Todos son bienvenidos.