La calidad del ron venezolano se saborea a través de las letras

Libros El Nacional acaba de editar El ron, esa melaza que ríe, un estudio escrito por Vladimir Viloria que fue presentado en la Sala Cabrujas

Keyla Brando/El Nacional

El ron ahora ocupa un espacio en la biblioteca de los amantes de su sabor, pues Libros El Nacional pone a disposición de los lectores El ron, esa melaza que ríe, escrito por Vladimir Viloria. El bautizo se llevó a cabo en la Sala Cabrujas de Cultura Chacao y contó con la participación de Rosalexia Guerra, gerente de Libros El Nacional, y Humberto Márquez, presidente vitalicio del Club del Ron, quienes fueron los encargados de presentarlo.

En Venezuela se despachan alrededor de 1 millón de cajas de ron y en el mundo 2 millones. Paradójicamente, es más valorado como un licor de alta calidad en el exterior que en el país. Los prejuicios que se han creado en torno a este, al considerarlo la “bebida del pueblo”,  constituyen un concepto peyorativo que está lejos de reflejar los parámetros de excelencia que caracterizan al ron nacional.

En la introducción del libro, Viloria indica que en las reuniones del cuerpo diplomático del país no es posible encontrar un vaso de ron, mas sí uno de whisky. No es de extrañar,  pues la sociedad ha estado acostumbrada a la superioridad de lo elaborado por extranjeros frente a lo nacional. Sin embargo, el ron es uno de los pocos productos auténticamente venezolano merecedor de numerosos reconocimientos internacionales, como las medallas de oro y plata que otorga el Congreso Internacional del Ron de Madrid en sus diversas categorías.

La melaza que “ríe, llora y ama”, al ritmo de la canción de Ismael Rivera, es la materia prima que se extrae de la caña de azúcar, traída en un principio por los españoles y cultivada por los países caribeños. En Venezuela, el ron se produce en varios estados, entre ellos, Sucre, Lara, Aragua, Miranda y Yaracuy. Estos presentan un clima favorable para la caña porque cuentan con días despejados y noches cálidas.

El ron es el eje de toda una industria de la destilería que brinda 400.000 puestos de trabajo en sus diferentes fases de producción. Alrededor de 12 marcas de ron están amparadas bajo la Denominación de Origen Controlado (DOC), que garantiza la nobleza del producto y protege el esfuerzo de la mano de obra venezolana y el lugar geográfico de su elaboración.

El libro está dedicado enteramente al ron, desde su destilación, maduración y envejecimiento, hasta su comercialización en las diferentes presentaciones. Rones que cuentan con 25 años de añejamiento y otros que son más jóvenes. Un libro que busca no solo reivindicar su imagen, sino también homenajear la labor que hay detrás de cada botella.