El cuerpo de Adán Murillo, comerciante de 30 años de edad, fue hallado en el pasillo de su vivienda, ubicada en el edifico Ben del bulevar de Sabana Grande.
Una cámara de vigilancia captó a las presuntas agresoras cargando las pertenencias de la víctima.
Un video de la cámara de seguridad es analizado por el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) para determinar la identidad de las presuntas involucradas en el hecho. Según un allegado de Murillo, el joven había ido a una discoteca el viernes por la noche y regresó a las seis de la mañana del sábado en compañía de dos mujeres.
Dos horas después de la llegada de Murillo a la vivienda, su madre se despertó y al salir a la sala vio el cuerpo de su hijo semidesnudo. Había convulsionado y las autoridades presumen que fue drogado para robarlo. La cámara de seguridad captó la llegada y salida de las mujeres que lo acompañaban, una de ellas cargaba un televisor pantalla plana, una chaqueta de la víctima y una botella de licor. También se llevaron un celular, los documentos de identidad de Adán Murillo y las llaves de la vivienda.
Un familiar de la víctima declaró que el joven acostumbraba a salir los fines de semana. De regreso se bañaba, comía, descansaba un par de horas y luego se iba a trabajar. Murillo distribuía bisutería en los negocios de Sabana Grande y en el estado Vargas. El cadáver fue sometido a pruebas toxicológicas para determinar si la causa de la muerte fueron los estupefacientes ingeridos.
El Cicpc lleva una investigación de una banda delictiva que se dedica a hurtar en los inmuebles de ese modus operandi. La banda está integrada por diez miembros, actúan en las cercanías de Plaza Venezuela y Sabana Grande, usando mujeres para seducir a los hombres que visitan los centros nocturnos de la zona; los drogan y posteriormente lo despojan de sus pertenencias.
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