Caso de triple homicidio: El mortífero ataque contra damas

La vida cambió abruptamente para tres familias. Gladys, Edelmira y María ya no están, alguien decidió asesinarlas a cuchilladas. Quién tiene la mente tan macabra para acabar con los suspiros de dos ancianas indefensas y una señora que por día se ganaba la vida como servicio en la casa Rubio Cañizales, en la calle 28 entre avenidas cinco y seis, en la Urb. Las Acacias al sur de Valera, estado Trujillo.

El horrendo ataque dejó incrédulos a los detectives del Eje de Investigación de Homicidios del Cicpc Valera. Las víctimas no representaban un peligro, querían descifrar qué había detrás de aquella sangrienta escena del crimen. El ensañamiento tenía dosis de locura, de crueldad, sangre fría, de sed de venganza. Para los forenses juntar las piezas del rompecabezas era todo un desafío.

Las primeras 24 horas serían claves para establecer la ruta de los hechos, las características de los asesinos y las razones del triple homicidio. Una pareja había almorzado con las víctimas. Los verdugos estudiaron cada detalle de la casa, los vecinos y familiares. La mujer implicada, al parecer, usó un señuelo; dijo ser criada de una tía de Gladys, con quien conversó por teléfono el 19 de enero para ofrecerle lácteos y acemas.

Un día después, la mujer se apareció con un supuesto amigo. La pareja llegó a la residencia en hora de almuerzo. Gladys, “familiarizada” con la supuesta criada permitió no solo el ingreso a su domicilio sino que el Chevrolet Corsa, color plata dos tonos fue guardado en su estacionamiento. La pareja, además de comer estuvo varias horas en la casa, de quien trabajó sin descanso por la salud de Trujillo.

| Foto: Diario de Los Andes

¿Cicpc revisó llamadas?

El supuesto amigo de la criada, tiene una mirada de muerte, una cara de pocos amigos. Para personas que se cruzaron con el sospechoso, este es un “hombre muy feo”, que jamás habían visto. La mujer salió al patio de la casa para conversar varios minutos por teléfono. María volvió a sus quehaceres, querían terminar con sus tareas domésticas para irse a casa a compartir con la familia. La madre de tres hijos salía a las cinco de la tarde.

Edelmira tenía casi 50 años viviendo en casa de Gladys. Todo ese tiempo se lo dedicó a la familia Rubio Cañizales. No tuvo hijos, los tres de Gladys, eran como suyos, fue parte de su crecimiento, de su atención, de los buenos y malos momentos. Edelmira siempre estaba ahí para ayudar, para servir a la familia. Las dos ancianas, de acuerdo a los hechos, después de comer se fueron a sus cuartos. No había razón para temer.

La llamada telefónica sería el final de las tres damas. Alguien había ordenado ejecutarlas. Gladys fue atacada en su dormitorio, las heridas revelan el feroz ensañamiento. Edelmira intentó resguardarse pero no lo logró, la fuerza del desquiciado sujeto acabó con la seguridad de su cuarto, y María acorralada por la muerte quiso esconderse pero no valió nada el esfuerzo. La empleada de servicio tenía heridas que revelan su reacción al ataque, de defenderse, pero la crueldad del cuchillero silenció su súplica.

Para la policía, la pareja es la responsable del mortífero ataque. No hay otros implicados ni cómplices, sin embargo, vecinos de los edificios, al parecer, la tarde de ese estremecedor viernes vieron salir no solo el corsa sino a dos tipos en motos; dato que podría poner en contexto otra interrogante. Cuántos participaron en el triple asesinato. Los detectives no sueltan prenda a 40 días del caso, y para el Ministerio Público (MP), por ahora, establecen la participación solo de la pareja.

Preguntas sin respuestas

La pareja está identificada. Ninguno de los dos tiene historial policial, sería su primera incursión sangrienta. No obstante, a ocho semanas no han sido capturados. Cómo lograron desaparecer de la escena pública. La gente se pregunta si hay interesados en que los verdugos no sean detenidos, quién los ayuda a escapar. No tiene, el Eje de Homicidios la capacidad para acorralarlos y atraparlos.

La data telefónica de los sospechosos qué ha revelado; cuántas personas cercanas a los solicitados por la justicia trujillana han sido entrevistadas, qué datos han ofrecido para establecer la ruta de los asesinos; los sindicados del mortal ataque aún están en territorio venezolano; es un hecho aislado el triple homicidio o existen otras razones oscuras que aún no permite a los investigadores establecer la luz de la verdad en los hechos.

El silencio de las autoridades deja muchas dudas sobre el complicado caso. Los asesinos actuaron solos; pertenecen a algún grupo criminal; existe autoría intelectual. Los trujillanos están en shock, hay muchas preguntas; estas tres víctimas, deja en evidencia el estado de descomposición de la sociedad y la opacidad de respuestas de las instancias de justicia para sancionar el grave delito contra la vida.

Preocupación

Las tres familias lidian con el vacío, la tristeza y el dolor por el trágico desenlace de las damas. Temen que el expediente quede frío, se empolve en un viejo archivo policial, que solo sea un código de muerte, una referencia de un caso, que ocurrió a principios del 2017, de datos vacíos, de pesquisas, y evidencias que no llevaron a nada, y exigen no silenciar las investigaciones, y necesario resolver el caso que estremeció a la región. Los trujillanos critican el silencio policial, exigen captura y justicia.

El Pitazo

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